757.-FUROR.
Desde muy temprano en los centros de votación, filas de ciudadanos en la mayoría de los estados ya coincidiendo con las altas expectativas que había generado la victoria amplia de Andrés Manuel López Obrador sobre sus adversarios políticos. Revisaba las redes y en uno de Twitter, un hombre cercano al candidato ya daba insinuaciones de un corte en las encuestas de salida que se estaban cumpliendo con el resultado esperado. A las ocho de la noche, hora del centro, Televisa dio a conocer su encuesta a boca de casilla y AMLO alcanzaba el rango superior de 49 %. A los pocos minutos sale Meade y Anaya tiempo después para declarar la derrota. El ambiente era de triunfo en la casa de campaña de Obrador. Fueron llegando sus colaboradores y el auto blanco ingresa a la casa. A las diez de la noche, hora del pacifico, Lorenzo Córdova, da a conocer en cadena nacional, las cifras preliminares de conteo rápido de siete mil casillas. Se despejan todas las dudas, triunfa López Obrador. Enseguida Enrique Peña Nieto, el presidente, da un mensaje a la nación donde felicita al ganador. Desde allí retumba en todos los rincones de la patria, ese furor contenido, el hartazgo social, que quizás la clase dominante no quiso entender ni ver. Creyeron que el pueblo todo aguanta. Esta vez se equivocaron, hasta Andrés Manuel quiso llorar en su primer discurso de esa noche. Antes decenas de personas no dejaban que avanzara el auto, todos querían la selfie, el conservar un recuerdo, la imagen de la euforia, la presunción feliz de haber estado allí en el momento de la historia, seguramente será una de las mayores anécdotas de su vida. Ya en un zócalo pletórico que lo esperó pacientemente durante doce años para este festejo, AMLO sube al escenario y es atronador el grito de presidente, presidente. El grito futbolero y electoral: sí se pudo, sí se pudo. Esta noche siendo testigo de estas insólitas, pero ya tan esperadas imágenes- La gente corriendo entre las calles, mientras López Obrador saluda y medita. Cimbrados por este acontecimiento tan especial, único. El furor recorre mis venas y estalla en mis ojos.
758.-RABIOSOS.
Antes, durante y después de la campaña electoral las calumnias, la ira escrita, el compartir noticas falsas y agresiones, la reproducción de las tonterías y el eco de las barbaridades. En un muro de una de las más agresivas en Twitter tiene como símbolo de identificación la bandera mexicana. Una mujer que se la da de muy preparada tan grosera y tiene para todos. Por inercia ingresé a dar una opinión cuando el periodista Pedro Ferriz de Con hablaba en vivo para recordarnos que teníamos que acotar el triunfo de ya saben quién, cuando mi sentido comentario, quizás hasta inocente, de que ya no estábamos como para que nos dieran órdenes ningún intelectual de lo que tendríamos que hacer con nuestro voto, de pronto me brotan respuestas que era yo parte de una conjura internacional de la instauración del socialismo. Sentí que había ingresado a una sesión solemne de una secta.
759.-PILARES.
Pronto necesitaba pisar en territorios de la nostalgia y fui a la plaza para festejar lo que parecía imposible cuando Alejandro Gascón Mercado con su vibrante oratoria, la generación dorada de ideas, sueños, la libertad ante una maquinaria, allí estaban presentes acompañando a un puñado de entusiastas que como dijo nuestra diputada local Marisol Sánchez: somos muy malos para festejar. Abracé a Pablo Balbuena, el santo viejo, amigo congruente, vertical; faltaron Francisco Sánchez Delgadillo, Juan Zamora Puente, Misael de Santiago, el profesor Peña y tantos más, pero el espíritu poderoso de todos ellos nos fortalecen en esta noche después de la lluvia y también de votos. Mi amigo José Luis Sánchez, Rutilio Nava Rojas que los extrañamos en este lugar simbólico de combates. Los pilares son la garantía para saber el origen de dónde venimos cuando pegábamos publicidad con engrudo y las brochas eran nuestras manos.
760.-SANTUARIO.
Se mueven, van de barrios a pueblos en busca de seres vivos que sufren la calle, los peligros, enfermedades y el desamor en una cultura del abandono. Se torna con el ejemplo una pequeña red social que se va engrandeciendo como el alma de cada uno de ellos. El Santuario de Animales de Ixtlán se dinamiza como el WhatsApp que son cientos de informes para saber ubicación, posibilidad de dinero, la esterilización, curación y su costo, horarios. Los encontramos en la plaza principal boteando, vendiendo productos y creando la cultura de la adopción de la linda mascota, del peludito.
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