El dolor en la garganta se agudiza cuando trago saliva y siento que me punzan los oídos. En ratos quisiera usar al mismo tiempo el nebulizador que tengo a mi izquierda y el tanque de oxígeno que esta a la derecha. Pero aquí, desde esta piltra, un ardor de injusticia me levanta escribir: el sueldo que se aumentaron los regidores del Ayuntamiento de Ahuacatlán.
La regidora que hizo público el caso sólo facilitó la exhibición. Pero, debería también explicar eso de su plaza que ejerce como profesora en Jalisco mientras que cobra y hasta se ausenta de algunas reuniones del Cabildo. Por principio, los regidores plurinominales ni deberían existir.
Hace tiempo una amiga diputada me dijo que los sueldos peor pagados en el sur eran los de Ahuacatlán; lo que no sabía es que en este municipio tampoco hay ingresos y existe un deuda exorbitante. Y es precisamente esa la razón por la que resulta reprobable que presidenta, regidores y el síndico se hayan aumentando los sueldos, todo esto sin considerar que también hay direcciones que se suman a esta impúdico acto contrario a los intereses del pueblo.
¿Qué garantiza que el sueldo de los ediles se use para apoyos sociales de aquí en adelante? Pues del dicho al hecho, hay mucho trecho. Y los hechos es que aunque siempre ha habido regidores y alcaldes que destinan cierta cantidad de su sueldo —y compensaciones— en ayuda social, hay otros —la mayoría— que no lo hacen.
Me imagino que hace tres décadas atrás, a algún presidente de Nayarit en alguna cena familiar o en alguna borrachera se enteró que había presidentes y regidores en otros estados que ganaban cierta cantidad de dinero por ser representantes del pueblo, y que estando en cónclave ya en Cabildo propuso que todos se aprobaran un aumento. Luego esa idea permeó en otros alcaldes y regidores y así llegó el tiempo en que todos ya estaban cobrando en jugoso sueldo a expensas del pueblo. Pues si buscamos registros, hace más de tres décadas los puestos de regidor eran honorarios, no generaban un gasto a la Hacienda Pública.
Con el tiempo a otro idiota se le ocurrió que como tenían que trasladarse a las comunidades o a la capital para tratar “asuntos” de gobierno, tendrían derecho también a viáticos, alimentos o lo que le llaman ellos “dietas”. Las compensaciones vinieron después, cuando vieron que la gente se les acercaba a pedirle ayuda para comprar medicamentos, despensas, entre otras cosas. ¿Por qué habrían de pagar ellos? ¡Nombre! ¡Que los pague el pueblo y que ellos se sigan parando el cuello! Y surgieron las compensaciones.
Recuerdo el llamado reiterado del gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero y el del propio Andrés Manuel López Obrador de combatir la opulencia y moderar la indigencia. El de implementar gobiernos de austeridad, sin elevadas remuneraciones de los funcionarios públicos. No entiendo cómo los diputados de mayoría Morenista dejaron que pasara esta ominosa Ley de Egresos para el Municipio de Ahuacatlán. No entiendo ahora cómo le hará el gobierno municipal para abonar a la deuda pública de sus antecesores.
Que conste que no atribuyo —jamás lo haría— malas intenciones a nadie. Sólo que me preocupa que los regidores y la presidenta dejen éste precedente para futuros gobiernos. En todo caso si quieren ayudar al pueblo que aumenten el presupuesto para apoyos sociales, ¡No su sueldo! Supongamos que Quechita —como la conocen en las esferas públicas estatales— realmente no vea pasar por sus manos su sueldo ni la de los regidores porque se lo gastan todo en apoyos sociales. ¿Y los gobernantes que vengan? ¿Serán iguales de honestos? Tampoco se justifica un aumento de sueldo para pagar las multas que les impongan otras instancias. Si hacen bien su chamba, no tendrían por qué recibir sanciones pecuniarias, como escuché decir.
Y aunque hayan negado las cantidades de aumento, lo cierto que que desde que me enteré del caso me metí al Periódico Oficial del Estado e hice un comparativo de que ganaban todos en 2021 y lo que cobrarán en éste 2022. El síndico es el que más se aumentó su sueldo base mensual. En Ixtlán los regidores se aumentaron unos 840 pesos más o menos que es lo equivalente a la inflación. ¡Y oh sorpresa! En Jala el presidente Toño Carrillo se bajó el sueldo casi 30 mil pesos.
Esto quiere decir que sí hay salidas. El actual XLII Ayuntamiento aún le queda tiempo para limpiar su imagen y hacer un excelente papel. En el 2023 deseo de todo corazón que lo hagan y que se comprometan a bajarse los sueldos y compensaciones. Así le harán un bien a este generoso pueblo de Ahuacatlán que los podría recordar como aquellos que tuvieron la valentía de rectificar el camino.
Discussion about this post