En Jala algo salió mal. Los contagios por Covid 19 se elevan. Esa es una realidad que no se puede ocultar. Sin embargo, hay verdades que sí se empañan con los ardides de personajes que sin escrúpulos, y sin la menor investigación de las circunstancias de los casos positivos, hacen señalmientos a la ligera, como el que el presidente Carlos Carrillo es el responsable de dichos contagios.
Son algunos influencers y periodistas sensacionalistas que llevan a otros más del gremio a caer en sus tramas políticas. Opinadores que quiseran que El Ceboruco hiciese erupción para ver a Jala convertido en un verdadero infierno. En los títulos amarillistas de sus artículos se reflejan sus manías.
En sus proposiciones se refleja el grado de su supina ignorancia, al formular que debería el gobierno del estado asumir el control del municipio para cerrarlo, como ya lo hizo en varias comunidades de la Meseta de Juanacatlán, como lo hizo desde el principio en la comunidad de La Guásima. Como si no tuviera la responsabilidad de asumir el daño que deja esta epidemia en Nayarit.
Y es que desde el 16 de marzo, el gobernador Antonio Echevarría García, se adjudicó por decreto la totalidad de la dirección, control, y vigilancia de las acciones y medidas necesarias para la prevención, detección y contención de la propagación del virus en el territorio estatal. Dicho instrumento legal que aún permanece vigente, pues aún no concluye la epidemia; por lo contrario, jamás Nayarit había alcanzado un nivel tan alto de contagios y casos activos como hasta hoy.
Es entendible que los comunicadores clientelares del gobierno de Toño Echevarría prentendan informar que los cálculos y cifras previstas de contagios se les escaparon de las manos, pues el 18 de marzo el Ejecutivo Estatal a través de un comunicado estimaba que en nuestro estado se esperaban 500 casos —hoy suman 862— de los cuales el 5% serían de gravedad, es decir, 75 personas, cuando en realidad a la hora de escribir este artículo van 97 defunciones.
Por otro lado, hasta un adolescente de secundaria ya sabe que el artículo 115 de la Constitución de México reserva ciertas facultades y responsabilidades a los municipios, pero en ninguna de estás incluye la salud pública; pues este rubro es facultad exclusiva de la federación y la república. Es claro que ante una contigencia sanitaria como la que vivimos, un municipio esté obligado a cooperar, pero de eso a tener la responsabilidad existe un gran trecho.
Con todo y eso, no estamos diciendo que sea Toño Echevarría el culpable de lo que pasa en Jala, pues eso es un asunto de corresponsabilidad entre su gobierno y la ciudadanía. Además, en sus mensajes en vivo se reflejaba su preocupación, su interés por sacar esto adelante. Infortunadamente, a partir de que el gobierno federal tiró la toalla y delegó la reapertura económica a los estados, Toño Echevarría no tuvo la entereza para continuar con la línea de otros gobiernos más responsables. Prefirió seguirle el juego a El Peje.
Por no quedar mal, aquel mensaje importante que daría Echevarría García el 31 de mayo pasado y que sería transmitido a través de “todos” los medios de comunicaicón de Nayarit en vivo, sólo fue una llamarada de petate. Pues no se le confirió la importancia que debió tener. El Mando Único tampoco sirvió de mucho, pues en tanto que el gobernador se esforzaba por girar instrucciones, muchos policías —sobre todo municipales, que también están bajo su mando—, no cumplían con su deber al toparse con gente en la calle o inclusive en convites masivos invitarlos a regresas a sus casas o detenerlos; más bien patrullaban haciéndose “de la vista gorda” para no generar fricciones con sus vecinos.
ACCIONES MATAN PERCEPCIONES:
Quienes vivimos en la región sur, supimos que en Jala se estableció el primer filtro sanitario de Nayarit. Que Carlos Carrillo fue el primer alcalde en establecer acciones concretas contra el coronavirus. Fue el primero también en establecer un comedor comunitario de los gobiernos de la zona.
Ha repartido información, perifoneado, llevado despensas, mojarras, pan, comida, gel antibacterial, cubrebocas, entre otras tantas cosas de manera personal y a través de sus colaboradores a la Meseta de Jala, dónde recientemente entregó una ambulancia.
Sería imposible describir todas las acciones que se han hecho en Jala por parte del gobierno municipal. De ahí que en un par de párrafos se enumeran sólo algunas, como también lo hizo días atrás la propia presidencia a través de un comunicado.
Dudamos mucho que los detractores sean incapaces de sacar conclusiones correctas valiéndose de la deducción, concreción o abstracción —pues son el refejo de fenómenos más amplios y diversos—; por lo que cabría preguntar: ¿Por qué lo hacen? ¿A quiénes obedecen? ¿Cuáles son sus motivaciones?
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