Hace días se publicó en este medio que el aguinaldo de los funcionarios públicos pendía de un hilo. Los trabajadores de confianza en Ixtlán y Ahuacatlán, aquellos que van de paso por la administración pública, están conscientes de que los gobiernos municipales pasan por una situación muy difícil.
Sin embargo, para el pueblo en general su condición de empleados públicos los coloca en un predicamento, en un lugar privilegiado donde, aunque sea por poco tiempo, pueden acceder a un sueldo seguro y digno.
Con todo, hay servidores públicos cuyas canonjías superan todos los escrúpulos. Y no son los burócratas, que ya de por sí mantienen en quiebra las finanzas públicas, pegados de la ubre de la vaca gorda de por vida. Se trata de los ediles, principalmente de aquellos que no desquitan sus emolumentos.
Efectivamente son los regidores, aquellos que se sabe condicionan sus votos para engordar sus bolsillos a costa de que los proyectos del presidente avancen, los que ahora piden, un aumento de sueldo.
Trascendió que así sucede en los Ayuntamientos en referencia. No todos, pero sí los hay. Aquellos regidores que obstaculizan los trabajos del alcalde y que forman sus corrillos para sacarle jugo a su mandato a base de aprobarse a sí mismos aumentos salariales, pagos de prestaciones, viáticos y hasta para hacer gestoría social, ¡lo nunca visto!
Cuando en otros tiempos estos cargos eran honorarios por el nimio trabajo que realizan – comparecer a Cabildo cada mes y aprobar proyectos municipales -, cuando hubo regidores que no cobraban sueldo, ahora los hay que quieren dinero extra para ayudar a sus representados sin que se les toque un peso de su bolsillo.
¡Con cuánta razón los trabajadores sindicalizados, sean burócratas, maestros o de cualquier otra organización, organizan manifestaciones y boicotean los servicios públicos si sus patrones no tienen la cara para exigirles nada! ¡Cómo van a exigir si ellos mismos no predican con el ejemplo! ¡Bájense los sueldos! O que el pueblo se organice y sean las universidades quienes les fijen sus percepciones a ver si así agarran la onda.
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