AHUACATLÁN.― Varios días son lo que el presidente de Ahuacatlán estará incapacitado en su cama luego de que el sábado pasado sufriera un accidente durante una cabalgata en San Felipe de Híjar. El suceso ocurrió dentro del ámbito de su quehacer institucional, y aunque su estado de salud es delicado, el edil observa una actitud serena; con algunos dolores de vez en cuando. Y aunque no se sabe a ciencia cierta cuándo podrá incorporarse a sus actividades habituales, se sabe que está al tanto de los actos administrativos del gobierno.
El incidente que mantiene postrado a Agustín ocurrió el pasado sábado poco antes del oscurecer durante una cabalgata que se realizó en el poblado de San Felipe de Híjar, municipio de San Sebastián del Oeste, Jalisco.
Godínez Villegas se había trasladado hacia aquella localidad –limítrofe con los municipios de Ahuacatlán y Amatlán de Cañas–, atendiendo la invitación que le había girado el presidente de aquel Pueblo Mágico; esto es con la finalidad de asumir algunos acuerdos respecto al apoyo que se les otorgará a los peregrinos de Ahuacatlán que acudirán a principios de marzo a Talpa de Allende.
Tradicionalmente los peregrinos realizan una pausa a su llegada a San Sebastián; pero esta vez los alcaldes de ambos municipios prevén ofrecerles un evento cultural, además de la comida que les brindará el Ayuntamiento de Ahuacatlán. Por eso es que se pactó este encuentro entre los dos ediles; pero Agustín aprovechó también para participar en la cabalgata que se organizó pues en San Felipe de Híjar.
Lamentablemente, el corcel que montaba el presidente sufrió un resbalón, y en su intento por detenerlo, el caballo se vino hacia atrás cayéndole al edil, resultando con tres costillas rotas y algunos golpes contusos en distintas partes del cuerpo.
Godínez Villegas tuvo que ser trasladado de inmediato a una clínica médica y ahí el traumatólogo le indicó que debe reposar durante algún tiempo. No obstante, se insiste, el presidente municipal se encuentra estable, consciente, tranquilo, sereno.
Su estado convaleciente no le impide estar al tanto de lo que ocurre en las actividades gubernamentales. Desde su cama gira órdenes y está en permanente contacto con sus funcionarios a fin de que se siga atendiendo a la ciudadanía y se continúen resolviendo los problemas.
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