IXTLÁN DEL RÍO
Edith Martínez salió de su domicilio –situado en la colonia Juan Zamora– con la idea de comprar unos accesorios para su baño y aprovecharía la vuelta para ponerle saldo a su Samsung.
Esta vez decidió ir sola. No quiso llevar a Jacqueline, su hija, a quien dejó bajo el cuidado de su otro hijo, el mayor.
Faltaban algunos 15 minutos para las 11 de la mañana cuando abordó el camioncito que la trasladaría hacia la zona centro. Pronto dejó atrás la colonia El Chaleco. Después se internó por el barrio de los Indios y minutos después se enfiló por la avenida Hidalgo, en dirección al poniente.
Después de pasar por la calle Colón se puso de pie y pidió la parada al chofer pues su idea era bajar en la esquina con Mercado.
El conductor detuvo su marcha, sin embargo no lo hizo en el sitio destinado para tal efecto, es decir, en el área exclusiva para el ascenso y descenso de pasajeros, sino a un costado de una motocicleta que estaba estacionada justo en ese punto…
Al bajar por poco y la atropella otra motocicleta. Se vio forzada a dar un brinco para alcanzar la banqueta; pero el susto que pasó Edith sigue latente.
Edith es ahora una mujer que se suma a la lista de personas que piden y exigen que las autoridades de tránsito y las municipales hagan algo para que los choferes de autos y motocicletas respeten las áreas destinadas al ascenso y descenso de pasajeros del transporte público y del servicio urbano.
Las quejas que sobre el particular existen, son muchas, pues se afirma que no son pocos los conductores de motos y autos particulares los que constantemente invaden esas áreas, valiéndoles un soberano cacahuate los señalamientos viales.
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