Su legado en Ahuacatlán y su continuo ministerio en Tepic son testimonio de una vida entregada a la fe y al servicio de los demás.
AHUACATLÁN.
A 64 años de haberse ordenado sacerdote, el Padre Jesús Meda Lomelí continúa ejerciendo su labor ministerial con la misma entrega y fervor que en sus inicios.
Desde sus primeros años en el sacerdocio, su dedicación ha sido inquebrantable.
En los primeros años de su ministerio, el Padre Meda fue comisionado a la parroquia de Ahuacatlán, donde trabajó en equipo con su hermano Beto y bajo la dirección del Señor Cura José de Jesús Salcedo.
Aquella época es recordada como una de las más fructíferas para la comunidad católica de Ahuacatlán, ya que se organizaban numerosos torneos deportivos, eventos culturales y, por supuesto, actividades religiosas.
La labor conjunta de estos tres hombres de fe dejó una huella imborrable en la comunidad, fomentando el espíritu de unión y participación entre los feligreses.

Actualmente, el Padre Meda se encuentra en la Casa del Buen Pastor, en Tepic. Aunque ya está retirado, no ha dejado de lado su vocación y sigue activo sacerdotalmente.
Su presencia y dedicación siguen siendo una fuente de inspiración y fortaleza para quienes tienen la fortuna de conocerlo.
A lo largo de más de seis décadas de servicio, el Padre Jesús Meda Lomelí ha demostrado que la vocación sacerdotal es un compromiso de por vida.
Su legado en Ahuacatlán y su continuo ministerio en Tepic son testimonio de una vida entregada a la fe y al servicio de los demás.
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