IXTLÁN DEL RÍO.
El día estaba nublado. Como regularmente lo hace, la señora Cristina
Iba bajando, cuando ella, cuando a eso de las 8:15 de la mañana le sale al paso un sujeto del sexo masculino justo al bajar del cerro —por dónde suben los carros—. Fue ahí en donde fue víctima de un asalto a mano armada. El pillo, de unos 48 a 50 años de edad, no llevaba pasamontañas, pero era totalmente desconocido para Cristina y llevaba un arma blanca. “Gracias a Dios no me pasó nada”, cuenta.
Pero ahora se le ordenó una valoración psicológica. Ella perdió sus pertenencias. La cantidad fue lo de menos. El impacto de verse agredida por un hombre a esa hora del día y en la soledad del cerro, en una ciudad prácticamente tranquila, fue lo que la dejó impactada.
Es por ese motivo que quiso exponer su caso: “Tengan mucho cuidado. Espero que lo capturen —dice—. Por favor, sería de mucha ayuda para las personas que saben subir a caminar”. Una advertencia que nosotros hacemos pública para que se corra la voz y se advierta a fin de no andar solos por los caminos.
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