JALA. – La morosidad en Jala es un vicio que ha hecho mella en las arcas municipales, explicó un funcionario de primer nivel del Ayuntamiento, quien agregó que la gente se ha acostumbrado a eludir sus pagos recurriendo al paternalismo y la petición de que sus cuotas sean las mínimas.
La prueba más latente – dijo – se puede palpar en el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado, y en donde por lo menos el 70 por ciento de los beneficiarios del agua, son morosos; ello, aunado a que el 20 por ciento goza de alguna de las prerrogativas que otorgan las autoridades, contándose entre ellos a los miembros de la Tercera Edad, a los discapacitados, jubilados, pensionados y personal del SUTSEM.
Sin embargo, de acuerdo a la percepción, el problema no radica en que se apliquen descuentos o condonaciones parciales y totales, sino en que existen muchas tomas de las que se abastecen hasta tres o cuatro familias.
Todo eso, además de usuarios registrados en el padrón pero que radican fuera del municipio, ha ocasionado una disminución por captación de ingresos en el consumo de agua potable.
No han sido pocas las ocasiones en que se ha pensado en introducir medidores – como ocurre en muchas ciudades –; sin embargo, hay el temor de que los usuarios reaccionen en forma negativa, pues están acostumbrados a recibir el agua casi de manera gratuita.
Algo similar ocurre con los contribuyentes del pago del Impuesto Predial y en donde la morosidad también alcanza el 30 o 40 por ciento; aunque ahora ya están aplicando medidas más severas para orillarlos a que cumplan con esta obligación fiscal.
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