POR: MJ
Hoy ganó la conciencia a la flojera y a la tristeza. Desperté con la mala intención de buscar pretextos para no salir a caminar, pero mi conciencia me hacía voltear hacia la calle, hacia mi ropa deportiva que tengo siempre a la mano.
Buscaba excusas; que si el clima, que si llego toda sudada, que si ya me quedan solo un par de semanas por este país, etcétera. Pero triunfó la conciencia: Mantenerme sana, evitar alta presión, alto colesterol, tener energía para todos los viajes, citas y demás diligencias que se avecinan…
La caminata me ayudó a disminuir un poquitito la tensión que se ha ido acumulando. Disfrutaré al máximo la compañía, escuchar cada consejo, cada palabra, cada punto de vista del ser que más he amado.
Acumularé dentro de mi mente y mi corazón cada una de sus frases que me ha dicho a través de estos 15 – casi 16 – años.
Con él he aprendido mucho. Me dice por ejemplo: “No dejes de salir a caminar. Por más mal que te sientas, por más tempestades que se te presenten, tienes qué hacer aunque sea un poco de ejercicio. No solo te ayudará a estar sana, sino que evitarás depresión e insomnio. Tú tensión y estrés disminuirán…”.
“Cuando camines para pensar en ti misma – me dice – sacarás todo enojo y rabia por cada problema. Tú autoestima siempre la mantendrás al 100 por ciento arriba”.
Así que, estas palabras que él me ha dicho cuando me ve apachurrada, hicieron eco en mi mente y decidí salir a caminar. ¡Ah cuánta razón tiene! Conforme iba caminando saqué toda mi rabia hacia nuestra presente situación.
¿Sudé? ¡Claro que sí!; ¡Y mucho!; pero aquí hay mucha agua; no hay escasez del líquido. Caminar cada día nos ayuda a evitar sobrepeso y todo tipo de enfermedades, aparte que adelgazas, te evita la depresión.
Entonces, reitero, ganó la conciencia, ganó ese consejo de mi esposo; pero sobre todo gané yo por ser más fuerte que la tristeza.
Al que se tome la molestia en leer esta publicación le recomiendo salir a caminar mínimo cinco días por semana y comienza por 15/20 min. Tú salud y tú corazón te lo agradecerá por siempre. Estarás sano(a) y con algunas libras menos.
Claro, si mantienes tú rutina, y si te importa tú salud, lograrás esquivar cada problema. Fluirán ideas en esas caminatas para que cada problema, angustia, tristeza, timidez y demás problemas que tu mente te pone cuando estás encerrado en tu propio espacio poniendo miles de pretextos y excusas para evitar hacer cualquier tipo de actividad y ejercicio.
Así que, familia N.C., ¡Lista!, con mucha energía, para comenzar el protocolo! Y a todos los que fijaron su vista en estas letras, les deseo lo mejor y no echen en saco roto este pequeño mensaje: ¡Caminen!
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