AHUACATLÁN
Muchos la identificaban simplemente como “María la chaparrita”, pero sin afán de ofenderla ni mucho menos. Más bien se trató de un mote de cariño y su nombre completo y correcto era el de María Luna Hernández, residente de la calle Ismael Zúñiga –entre Morelos y Victoria del barrio de El Salto–.
La imagen de esa mujer de estatura baja, tez morena clara, respetuosa y respetable, sencilla y hacendosa, quedará grabada en la mente de los ahuacatlenses, aunque su mejor recuerdo serán sin duda alguna las ricas tostadas de pata y el delicioso pozole que durante muchos años expendió al lado de su esposa Juan Hernández, en uno de los puestos que se sitúa frente al templo de San Francisco de Asís.
Ella, es decir, doña María Luna, fue llamada a la casa del Padre en la madrugada de este martes 21 de enero debido a una complicación orgánica múltiple cuando contaba con 88 años de edad.
Su cuerpo está siendo velado en la agencia Funeraria Bañuelos de esta ciudad, a donde han estado acudiendo decenas de personas para testimoniarles su solidaridad a sus hijos, nietos, biznietos y demás familiares.
El sepulcro de doña María fue programado para este miércoles después de la misa de cuerpo presente que a partir de las 4:00 de la tarde se oficiará en el Templo de San Francisco de Asís. DESCANSE EN PAZ.
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