AHUACATLÁN
Incontables han sido las amas de casa las que se han estado quejando por el agua sucia que brota de las llaves, situación que puede poner en riesgo la salud de las familias.
El líquido deja las pilas y recipientes notoriamente turbios, con un color similar al agua de tamarindo; casi al punto del chocolate.
Con esta agua ni siquiera se pueden lavar las manos. Los trastos quedan también impregnados y se dificulta el lavado de ropa, al menos a que se expongan a que se percuda.
Cocinar con este tipo de agua ni pensarlo. Simple y sencillamente no se puede hacer uso del líquido, a menos que sea solo para regar.

Bajo ese mismo tenor, habitantes de las colonias y barrios de la parte baja de esta ciudad, sostienen que se han visto obligados a lavar incluso con agua de garrafón y que lo mismo hacen para lavar fregar sus trastos y para hacer de comer.
Los denunciantes aseguran que el problema es intermitente, “algunos días el líquido está limpio, pero al cabo de un tiempo, la suciedad regresa”.
“Da miedo bañarse con el agua así de sucia. Existe la incertidumbre de que pueda traer algún tipo de contaminante. Además, ninguna autoridad dice nada”, expresó otro de ellos.
Se sabe también que hay algunas familias que contemplan la posibilidad de acudir ante el OOAPA –Organismo Operador de Agua Potable y Alcantarillado– exigiendo una explicación al respecto; pero más que ello, una solución al problema.
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