AHUACATLÁN.― Jóvenes y adultos, adolescentes y niños. No hay distingos. Todo mundo participa en la celebración de la Santa Cruz. Pero, hay que decirlo: son muy pocos los que en realidad saben cuándo, cómo y por qué es que en Ahuacatlán se festeja éste día de una manera tan singular.
Para la enorme mayoría de los Ahuacatlenses, el 03 de mayo efectivamente es una fecha especial. Doble festejo el de hoy: Día de los Albañiles, pero también el de la Santa Cruz. Sin embargo las familias le dan más relevancia a esto último que al homenaje que se le debe de rendir a los hombres de la mezcla y la cuchara.
Con todo y eso, son escasas las personas que celebran “de corazón” a la Santa Cruz. Es más, la gran mayoría piensa que hoy es el “Día de los Cerritos”. Así nomás. Nada saben de su origen; y solo acuden obedeciendo simplemente a una tradición… una tradición muy bonita por cierto, única en la región.
El festejo de la Santa Cruz, en Ahuacatlán, inicia nueve días antes, es decir el 24 de abril. A partir de esta fecha es común observar a las personas “subir y bajar” los cerros que rodean a la ciudad.
La mayoría opta por iniciar en el Cerrito de El Chiquilichi, para luego encaminarse hacia el “Cerrito de La Cueva”, llamado hoy el “Cerro de la Escalinata”, el cual por cierto es el de mayor altura.
De ahí se sigue hacia el “Cerrito de La Presa”, y después del descanso obligatorio hay que enfilarse por la vía, atravesar luego la carretera internacional y visitar el “Cerro de El Llanito”, para concluir finalmente en “La Cruz Aparecida”.
Se insiste, muy pocos saben el significado de estos recorridos. Saben que es la temporada de “Los Cerritos”, suben, bajan, se detienen bajo el árbol, descansan sobre piedra, continúan… toman su vaso de agua fresca que le ofrecen, ¡Pero ya ni siquiera rezan!, como se hacía anteriormente.
Festejan a la Santa Cruz, ¡Pero no saben ni qué onda! –como dicen los chavalos–; lo hacen por costumbre, por acompañar al amigo, a la amiga, al vecino, a la vecina. Claro, muchos aprovechan la ocasión para ligar al novio o a la novia; las condiciones se prestan para ello; el canal o las vías del tren son todavía más propicios para las declaraciones su amor.
Pero, ¡Cuidadoooo!, pues desde el año pasado, y más aún en el presente, se ha palpado una disminución en cuanto a la afluencia de visitantes. O al menos eso es lo que se vio durante casi todo el novenario… un novenario que hoy llega a su fin con el festejo principal, en la Cruz Aparecida de la calle de Iturbide, donde habrá verbena y quema de fuegos pirotécnicos.
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