Católica y Franciscana; una mujer atenta, proclive a las buenas costumbres. Una madre amorosa y hacendosa en extremo. Son estos algunos de los calificativos que se le pueden endilgar a la señora Lola Ibarra, quien estará de manteles largos esté miércoles 25 de marzo, fecha en la que cumple 95 años de edad. Por eso los ahuacatlenses estarán de plácemes.
Doña Lola es una mujer ampliamente conocida por toda la población, pero más aún por generaciones pasadas por ser la dueña de una tienda en la calle 20 de noviembre, frente al parque Morelos, en el centro y en el barrio del Chiquilichi.
Fue en este domicilio donde los reporteros de El Regional acudimos a platicar con ella; y esto es parte de lo que nos comentó:
– Lola, ¿Cómo estás?
– Algo cansada, pero bien. No me duele nada, pero estoy bien gracias a Dios.
– Lola, ¿alguna vez has tenido problemas de salud?
– He tenido gripas, y me he caído. Me he fracturado, pero me he recuperado. Nunca he tenido enfermedades graves de cama. Lo que he hecho es ejercicio toda la vida, pero más cuando quedé viuda. Cuando murió José – su esposo – empecé a caminar y en ese tiempo me invitó Dorotea a que fuéramos a pie a Talpa y empezamos a ir muchos años, nomás como nueve personas, por el camino Zacatongo – Corrales – Jolapilla. Llevábamos nuestras cosas y cobijas en mulas y fueron muy bonitas esas peregrinaciones.
– ¿Y todavía sigues haciendo ejercicio?
– Sí; ahora ocupo ayuda, pero tengo qué hacer 30 minutos diarios caminando. Tenía una bicicleta pero ya no me subo. Hago diario 20 sentadillas. Estiro mis brazos y ejercito mi cabeza. El año pasado todavía fui a nadar; pero eso yo creo que ya no lo voy a poder hacer.
– Lola, ¿Cómo ha sido tu alimentación?
– Como de todo. Ahorita carne ya casi no. En la mañana un jugo de naranja y un plato de frutas de las que haya; y si es papaya mejor. En la comida lo que me den, no tengo dieta, pero como moderado. A veces como dos tortillas en la comida. La cena lo que se me antoje. Leche tomo poca. A veces me invitan a los mariscos y a las quesadillas.
– Lola, todos tenemos problemas en la vida, ¿pero tú como los has superado?
– He perdido seres queridos. Rezo mucho por ellos. He tenido en la vida muchos problemas y los he superado encomendándome a Dios y pidiendo consejos a los sacerdotes que me han ayudado mucho y haciendo oración.
– ¿Y actualmente cómo te sientes?
Muy bien. Me cuido mucho para no resfriarme. Me gusta bañarme todos los días. Empiezo con agua caliente y termino con fría. Tomo mis medicinas y espero, si Dios quiere, me conceda llegar a los cien.
– ¿Qué le dirías a los jóvenes y niños de hoy?
Me da gusto que hagan ejercicio, porque el corazón quiere mucho ejercicio. A todos los muchachos les pido que no desperdicien el tiempo, que estudien en su escuela y se preparen para que sean personas de provecho y trabajadores.
– Lola muchas gracias y felicidades por tus 95 años.
– Para mí la vida no ha sido larga. Es poco el tiempo que Dios nos presta.
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