AHUACATLÁN.― Como si no haya sido suficiente, los ahuacatlenses se conmovieron con el fallecimiento de otras dos personas, el pasado fin de semana, sumando ya con estos, seis decesos en los últimos 12 días.
Uno de ellos fue el de la Madre Juanita Aranda Arroyo, fundadora del Convento de la Divina Providencia de las Madres Clarisas, cuyo primer recinto se estableció en el barrio de La Presa, en la esquina de Lerdo y matamoros específicamente.
Luego se establecerían en una finca del barrio del Chiquilichi, donde permanecieron durante poco más de dos lustros, hasta ocupar su propio convento que se construyó en la zona de la limonera, en terrenos de don Cuco Ledesma.
Su cuerpo fue velado precisamente ahí en el convento y el sábado se realizó su sepelio después de concluida la misa que se ofició en su memoria, en el templo de San Francisco de Asís.

“Elevemos una oración a esta frágil pero gran mujer, que hizo posible con la ayuda de Dios y de su padre San Francisco de Asís, fundar el convento de la Hermandad de las Clarisas llamado como de La Divina Providencia, pararrayos espiritual que tanto bien ha traído a la comunidad parroquial”, señaló el cronista Rubén Arroyo, sobrino de Sor Juanita.
Por otro lado este domingo se reportó el fallecimiento del señor Andrés Sánchez Contreras, quien frisaba los 85 años de edad; originario de La Ciénega, pero radicado desde hace varios años en esta cabecera municipal y su capilla ardiente fue montada en la Funeraria Bañuelos de esta ciudad.
Junto con su esposa Lucrecia Chávez –ahora viuda– don Andrés Sánchez, habitó una finca que se sitúa en el Callejón del Arrayán, entre Hidalgo y Morelos del barrio de La Presa.
Hacendoso por naturaleza, alegre en sus años mozos, don Andrés y la señora Lucrecia procrearon varios hijos, contándose entre ellos a la distinguida señora Carmen y Roberto, Santiago y Javier, Jaime y Raquel, Mary y Cristina, Elia y Teresita.
DESCANSEN EN PAZ.
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