Eunice observa, analiza a cada uno de los asistentes que entran a la obra de teatro. Lo hace a través de la milenaria mascara del actor, a través de su personaje, Inés; observa sentada, agazapada como un felino acechando la ingenidad de los asistentes.
La puesta empieza y va transcurriendo entre vaivenes y matices, sin dejar de aderezar. Un humor de distintos colores… no se limita. La náusea que provoca el Morsa; la desazón de la madre Inés; van hilando la historia, provocando todo menos una modorra indeferencia. El lenguaje soez que maneja está muy lejos de ser una epidemia de las modas al estilo del género beat. Con ello nos filtra, pues ya desde ahí se perfila que la obra es para temperamentos sin dobleces ni entrecijos, y exige, para apreciarse, un alto criterio.
No se casa y ni si quiera se asocia con algún género porque no se traiciona a sí misma en aras de seguir una aborregada vanguardia postmoderna, cuyo lucro no es esférica… los personajes son encarnados como una víscera palpitante, no son acróbatas de lujo; exponen una médula que toca como lira los dolores humanos y deshumanos. Y en ello Eunice nos hace garras la venda de los ojos, para mostrarnos lo que la sociedad nayarita, e incluso nacional, no quiere ver.
Se da cuenta que el Teatro es la voz más potente con que cuentan las letras y nos lo hace saber de una manera magistral y artística. El mensaje que siembra en el subconsciente colectivo, especialmente dirigido a los jóvenes… otros reflexionan amargamente sobre las realidades del país. Ha llegado a donde quería . Están saldados todos los esfuerzos de la Comuna de Teatro.
La obra es una pieza que entra al concierto de una ópera popular… y es ahí donde puedo ver que ella como artista es “pura” “esencial”; sencillamente grande, pues me ha hecho recordar por un instante lo mismo a un anónimo Shakespare que a un tribulado Federico García Lorca.
Mayor mérito tiene Eunice de la Cruz y su elenco al presentarse de manera independiente desde sus orígenes, llevándose las palmas de mi mano hasta este aplauso que hoy les escribo. Y valga ello como una extensiva felicitación por llegar a representarnos en la Muestra Regional de Teatro en San Luis Potosí y por convocatoria directa en la 39 Muestra Nacional de Teatro a celebrarse el próximo mes de noviembre en la CDMX.
En horabuena por y para el Arte y la Cultura.
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