Francisco Javier Nieves Aguilar
“Ah es que es multitouch”, presumió mi amigo Erik mientras me mostraba su nueva Lap Top. Luego describió los componentes de este “maquinita” portátil: Trae web cam y micrófono integrado, es de 4 GB en Ram y de 250 GB en Hardware, “tiene varias entradas para USB y puede ser utilizada también como televisión”, el teclado es “así y asado”, trae lápiz digital y aparte….”
Quedé realmente sorprendido con el acelerado avance que ha tenido la cibernética; y, para ser sincero, “¡Me asusta la era moderna!… Yo digo que todo esto nos va a volver locos.
Definitivamente, los avances tecnológicos han llegado a nuestras vidas para transformarlas; y es que, imaginar nuestras actividades diarias sin un celular o una computadora, por mencionar solo algunos aparatos electrónicos –que al parecer son de primera necesidad para muchos–, nos resulta simplemente imposible.
Ahora recuerdo la vez aquella que el equipo del Express Regional recibimos la visita del Patrón, Edgar Arellano, quien llegó acompañado del periodista César Pérez. Era viernes y el propósito de este encuentro fue aleccionarnos –en una especie de curso intensivo –acerca del uso de Internet.
Fue la primera vez que escuché términos cibernéticos totalmente desconocidos para mí… “Tomas el “mouse” y le das “click” aquí; pero antes debes sacar una cuenta e inventas un “Nick”; abres el “latinmail” y ahí donde dice “Pasword” escribes tu “e-mail”…
¡Ufff!, pensé que nunca iba a aprender a usar ese servicio, pero con el paso del tiempo me fui familiarizando con todo y hasta logré utilizar el “chat”; ¡Me emocionaba tantoooo!.
Sin embargo, veo que cada día surgen nuevos “aparatos” y servicios cibernéticos muy sofisticados… Mis hijos me regañan porque no se utilizar los “atajos”, pero yo les digo que los únicos atajos que yo conozco son lo que me conducen a la zona de “Las Vigas y “Las Higueras”…
… Y si me cambian de “máquina” la cosa resulta peor. A veces esta cosa se me “traba” y voy corriendo con ellos, porque indudablemente saben más que yo… si tecleo para centrar, graba; si quiero “guardar”, borra”; si le ordeno que cambie el tipo de letra, me imprime… ¡Es un relajo con estos aparatos!.
Sin embargo, a pesar de todas las quejas y todos los desaguisados en que podemos incurrir, no nos queda más que reconocer que las maquinitas éstas sí funcionan, sí tienen utilidad práctica y sí se pueden manejar, a pesar de todos los pesares.
Ahora debo entrar a una mayor modernidad para estar a tono con el nivel que exige esta modernidad. Debo hacer presentaciones en “power point”, con enlaces a “blogs” y además, con accesos “virtuales”, que se puedan ver desde un puerto remoto.
Los que nacimos a finales de los 50´s tenemos que demostrar que contamos con la capacidad de adaptarnos y por ende, que somos capaces de sobrevivir… No vaya a ser como aquél otro que me dice que sólo usa el teléfono convencional porque no ha aprendido a “moverle” a los celulares, que por cierto, yo tampoco se usar.
Tan fácil que era la vida cuando las máquinas de escribir tenían el teclado en tercera dimensión, que había que hacer fuerza para que te obedecieran las letras y no tenía más que el movimiento del carro para adelante y para atrás.
Ahora, ¿Qué quieren que les diga? Las laptop sirven hasta para ver películas… No le diga a nadie, no lo platique, pero creo que tienen complejo de televisiones…
Y qué me dicen del Hi5, de los blogspot, de los blackberry… Ahora se “fesibuquea”, se “postea”; se utiliza el Iphone y se recurre a páginas como el youtube utilizando la USB y el mainstream, ¿¡Pos a dónde vamos a parar!?.
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