Un fin de semana triste sombrío, afebril y desolado fue el que se resintió en este Pueblo Mágico en comparación con otras fechas similares a esta, en lo que vendría siendo las postrimerías del mes de julio.
Y es que, en años anteriores y desde hace muchas décadas por estos mismos tiempos, Jala se alegraba con distintos y variados eventos, empezando con la celebración del Día de Santo Santiago, el 25 de julio, así como con el festejo del Día de Santana, el 26 y la primera “entrada” de la virgen, previo al novenario que año tras año se realiza en honor a la patrona, la Virgen de la Asunción.
Esta vez, no hubo fiesta de nada. Los minuetos que suelen escucharse el Día de Santo Santiago, no resonaron por las calles. Tampoco se vio a esos hombres y mujeres, jóvenes y niños bailando y pidiendo apoyo en los hogares para el festejo nocturno.
El tradicional Paseo de Santa Ana que se acostumbra realizar el 26 de julio rumbo al puente de la autopista, tampoco se realizó y solamente se sumergió en la melancolía, recordando los festejos de años anteriores. Todo esto debido a las medidas preventivas por el COVID-19.
Por si fuera poco, los amantes de los concursos de belleza se quedaron con las ganas de asistir a la presentación de candidatas y al certamen de la reina de la Feria del Elote Jala 2020.
Para este día y en tiempos normales seguramente ya se hubiera conocido el nombre de la nueva reina y sus princesas. Sin embargo, este año no hubo tal, como tampoco habrá ni rompimiento de la feria ni ningún otro evento cultural, deportivo, religioso o artístico, como se acostumbra cada año por estas mismas fechas con motivo de su Feria del Elote.
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