
¿Cuántas veces nos hemos quejado de la situación social, económica o política en la que vivimos? Muchos grandes personajes se han rebelado y han luchado en contra de aquello que somete o que es injusto. Sin embargo seguimos teniendo problemas y bastantes, parece que con la resolución de un problema o conflicto, otros más aparecen. Entonces la pregunta es ¿por qué no han funcionado del todo las revoluciones, las peleas, las luchas o guerras para conseguir algo? Yo creo que la razón está en una ley de la naturaleza, que Isaac Newton la postuló en su principio de acción y reacción:
- “Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria”
En otras palabras, cualquier lucha o revolución, invariablemente nos traerá de regreso una consecuencia contraria de igual fuerza. Por lo tanto siempre que tengamos una postura en contra de algo, con ese mismo ímpetu y ganas con las que luchemos, tendremos la respuesta en sentido opuesto. La lucha no basta, porque si la lucha bastase ya no hubiera hambre en el mundo. ¿Entonces, para qué seguir luchando?
El problema es que como sociedad no hemos encontrado el problema real, por tanto no hemos atinado con una “solución de raíz”. Esta reflexión me hace recordar la respuesta de la Madre Teresa de Calcuta, cuando un grupo de activistas la invitaron a manifestarse con ellos en contra de la guerra de Vietnam. Ella rechazó la invitación y su respuesta fue: “No me inviten a una marcha en contra de la guerra. Si es a favor de la paz, entonces iré”. Ella como muy pocos han escapado de la trampa de dualidad y de posiciones contrarias para vislumbrar lo que puede ser la esencia de las cosas.
Los problemas que tenemos no son fruto del azar. La sociedad es la suma de los individuos que la componen, así es que el estado social es simplemente un reflejo del estado que cada uno de nosotros tenemos. Esta es la razón de que nada está fuera de nosotros, sino dentro, todo lo que nos pasa, lo que ocurre a nuestro país, no es ajeno a nosotros.
Sin embargo, me atrevería a decir que la mayoría de las veces vemos los problemas que nos aquejan fuera de nosotros. La razón es que estamos desconectados de nosotros mismos, por tanto es necesario consultar nuestra sabiduría interior y ver las cosas desde otra perspectiva.
- “Los problemas no se pueden solucionar en el mismo nivel en el que fueron creados”. Albert Einstein
Esto es simplemente trascender de nivel. Para ello es necesario despojarnos de nuestros prejuicios, de nuestras creencias hacia los demás y hacia nosotros mismos, así podremos ver con ojos de transparencia, abrir la puerta a la intuición y sobre todo conectar con nuestra creatividad, de esta manera llegarán ideas que no se nos hubieran ocurrido.
Los problemas tanto personales como sociales tienen un propósito, nos debemos preguntar qué mensaje nos quieren dar, porque son la consecuencia de algo, por tanto son siempre una oportunidad de cambio positivo, de crecimiento, y desde ahí es de donde debemos de partir. Te invito a que cada que tengas un problema o te frustre cualquier situación social te preguntes: ¿qué puedo aprender de esta situación? ¿Cómo debo de ser para mejorar esto? ¿Cómo puedo crecer?
Sólo así, en introspección y desde una postura libre (de prejuicios o creencias limitantes) veremos esa oportunidad hermosa que se nos está presentando incluso en aquellas situaciones que creíamos fuera de nuestro alcance. La realidad es que los problemas no existen, es simplemente nuestra manera de ver las cosas la que nos hace verlos así.
Discussion about this post