AHUACATLÁN. – Negra bragada, corniabierta; la primera vaquilla brincó el cajón, furiosa y tratando de embestir a todo aquel que osaba atravesarse a su paso. Azuzándola, un aficionado corrió para ponerse a salvo. Quiso brincar una reja, pero al final de cuentas un árbol le sirvió de protección. “¡Aguas!”, se escuchó gritar a Miguel Hernández. Los espectadores corrieron en distintas direcciones tratando también de no ser alcanzados.
Así empezó la “Ahuacatlanada 2016”, con más entusiasmo que otros años, seguro. Tres vaquillas de casta pertenecientes a alguna ganadería jalisciense y un toro pinto de percha conformaron el cuajo para este emocionante festejo taurino que atinadamente organizó el comité de la feria.
La calle Morelos, desde su cruce con 20 de noviembre hasta la plaza de toros El Recuerdo fue cerrada a la circulación, mientras que en las embocaduras fueron colocados cercos de acero para proteger a los aficionados.
La Ahuacatlanada 2016 fue un “hitazo”, es decir, un éxito en toda la extensión de la palabra. Casi dos centenas de jóvenes “hicieron punta” en este festejo. Corriendo, gritando, agitando sus camisas, sus vísceras, citando a las vaquillas, desafiantes. Pases de pecho descompuestos, ¡pero provistos de mucho entusiasmo!
No fueron pocos los que captaron las incidencias de éste festejo, ya sea con sus celulares o con cámaras fotográficas y de vídeo, “¡Órale, bájense de ahí para que la toreen!”, se escuchó gritar a alguien, refiriéndose a los conductores del portal del Regional del Sur, quienes narraron la Ahuacatlanada trepados en una azotea.
Gritos y chiflidos; todo mundo atento, observando a las vaquillas y a los improvisados “toreros” que corrían en tumulto, en un sábado de colorido, de ambiente taurino y lleno de adrenalina.
Al final, los aficionados a la fiesta brava se concentraron en la plaza de toros. Los tendidos lucieron llenos, a su máxima capacidad para ver a los espontáneos. Ahí se efectuó después un jaripeo baile que “pegó con tubo”, en lo que sería el preámbulo de la corrida de mañana 04 de octubre.
El saldo final fue de una persona lesionada que sufrió una herida en la ingle derecha tras ser embestido por una vaquilla, pero que afortunadamente no tuvo consecuencias.
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