AHUACATLÁN. – Primero fue el retraso; y ahora los campesinos de Ahuacatlán se sumen en la angustia y desesperación ante la falta de lluvia. La milpa se está secando. La humedad es muy pobre y esto pone en serio riesgo a los cultivos.
Por separado, varios agricultores coinciden al señalar que “los pronósticos de lluvia fallaron”, porque se había anunciado un temporal regular y la verdad es que julio y agosto fueron meses secos.
Así las cosas, la situación en el campo por la escasa humedad “es bastante preocupante”, según es la opinión de Francisco González, campesino de muchos años.
“En algunas zonas -dice Francisco- la milpa ya se torció, parece ajo. Las escasas lluviecitas no mojan y seguramente habrá pérdidas irreversibles”, señala.
- “Ahora nos dicen que para fines del mes puede llover; pero creemos que las milpas se secarán en muchas partes antes de que esto suceda”, recalca.
Dice que no es necesario caminar hacia las zonas agrícolas para darse cuenta de lo mal que le está yendo a estos cultivos y cita como ejemplo una pequeña parcela que se ubica en el Barrio de La Otra Banda, frente al Salón del Reino de los Testigos de Jehová.
Refiere que las pocas tormentas fueron las que se registraron a mediados de julio y que estas fueron irregulares, pues en un lado llovía, pero en otros no.
La falta de lluvia, a su vez, ha propiciado la aparición del gusano cogollero, que es una plaga atípica que afecta mucho a los cultivos, lo que pone en fuerte riesgo la producción de maíz y otros cultivos de la temporada, se lamentó.
Se trata de un círculo nocivo propiciado por la falta de agua, pues además de que la milpa no se desarrolla, los cultivos se vuelven susceptible a la plaga del gusano cogollero; “y si no hay lluvias, tampoco los insecticidas pueden ayudarnos”, dice, evidentemente acongojado.
Insistió en que la escasez de lluvia sí es preocupante, porque no solo se afecta a los maiceros, sino también a los pequeños y grandes ganaderos, lo mismo que a los apicultores y a los productores de hortalizas, ya que los cultivos son de temporal y no de sistema de riego. “¡Y lo peor de todo es que no se ve que pueda llegar la bendita lluvia!”, se lamentó.
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