Un chico de bajos recursos le propuso matrimonio a una niña rica. Ella le dijo:
- Lo que tú ganas en un mes yo lo gasto en un día. ¿Por qué perder mi tiempo con un pobre diablo si lo que quiero es alguien que me dé dinero y lujos? Olvídate de mí y consigue a alguien de tu clase.
Diez años después, por giros del destino se encontraron en un centro comercial. La mujer le comentó:
- Me casé con un maravilloso hombre inteligente que me da lo que yo quiera porque se gana 15 mil 700 dólares al mes. Hice bien en rechazarte, porque si no estaría barriendo calles contigo.
El joven sonrío con lágrimas en los ojos y la felicitó.
El esposo de la chica se arrimó y le dijo educadamente:
- Buenas tardes señor Carter; veo que ya conoce a mi esposa. Cariño te presento al señor Carter. Él es mi jefe, con el cual he estado trabajando el proyecto de 100 millones de dólares.
La mujer quedó tan sorprendida que no fue capaz de responder. El joven dijo:
- Bueno don Luis, fue un placer saludarlo, pero debo irme a trabajar. Feliz tarde.
Cuando se fue, ella le preguntó al esposo:
- ¿En serio es tu jefe?
- Sí cariño. Cuentan que una vez una chica lo humilló, menospreció y discriminó por ser pobre. Desde entonces trabajo muy duro, y a pesar de que ahora es un magnate multimillonario, es muy humilde, sencillo, formal, serio y servicial. Tiene una gran esposa que lo adora y lo apoya desde que no tenía nada.
MORALEJA: Nunca menosprecies a nadie cuando estás subiendo, porque cuando bajes te podrá dar la mano; y siempre respeta a todos.
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