JALA
El ex presidente municipal y ex diputado, Lino Jacobo Aquino, no niega sus raíces y sigue conduciéndose con la sencillez de siempre. Su cuerpo y su piel morena no se ven tan marchitos. El tiempo le hace los mandados, como se dice coloquialmente. Aún se ve correoso; de madera fina pues.
Lino radica en el poblado de Los Aguajes –de la Meseta de Juanacatlán–; pero con frecuencia se le mira en Jala o en Ixtlán; a veces en asuntos personales o en ocasiones realizando trámites para ayudar a tal o cual familia, aún sin tener un cargo público.
Ayer mismo “bajó” a este Pueblo Mágico y desde su arribo recibió el saludo espontáneo y sincero de muchos jaleños. “Esa es la casa del pueblo”, dice al reportero, mientras fija su vista en el edificio que en los años 80´s construyó el arquitecto Arturo Valdez Zúñiga.
La pregunta no parece perturbarlo ni un ápice: “¿Sigues siendo priísta?”, le inquirimos. Esperábamos otra respuesta o, cuando menos, una “salida de emergencia” ante tal cuestionamiento.

Lino, sin embargo, responde al instante y mirando siempre de frente al reportero: “El PRI es el padre de todos”, contesta, para luego soltar una andanada indicando que nació, se formó y continuará militando en ese instituto político que, como se sabe, no las ha tenido todas consigo en los últimos años.
Jacobo Aquino afirma que el tricolor ha tenido muchos hijos, pero que muchos han salido bastardos, refiriéndose en este caso a aquellos que han abandonado al revolucionario institucional después de haberse servido de él.
“A mi –dice– me ha servido para servir. Es el partido de la justicia social y mis ideales se han identificado siempre con sus principios y programas de acción. Soy priísta y a mucha honra”, recalca, al tiempo que se dirige a la presidencia, no sin antes despedirse del que esto escribe con un efusivo apretón de manos.
Discussion about this post