AHUACATLÁN. – Tres triunfadores en el ruedo y un encierro de primera, son la mejor garantía de la corrida de toros que se habrá de realizar el próximo cuatro de octubre en la Plaza de Toros “El Recuerdo”, dentro del marco de la feria en su edición del 2016.
El comité organizador que encabeza el profesor José Rodríguez, a través de su área de toros, no quiso conformar un cartel a la ligera. Y para ello se tomaron en cuenta todos los aspectos, dándole prioridad en éste caso a las exigencias de los aficionados.
De ésta manera, y luego de un somero análisis, se hizo una depuración para contratar a uno de los mejores rejoneadores del país y a dos estupendos matadores convertidos hoy en figuras. Y así mismo, los organizadores se inclinaron por una ganadería de renombre cuyos astados han dado muestras de su bravura y finura.
De ésta manera, los aficionados volverán de nueva cuenta a recrearse con las habilidades del rejoneador Jorge Hernández Gárate, el consentido de los aficionados, ¡un auténtico maestro en el arte del toreo a caballo!, fino y alegre, audaz e intrépido.
Y bueno, pensando justamente en las preferencias del respetable, se decidió conformar el cartel con otros dos grandes de la tauromaquia como lo son Antonio García “El Chihuahua” y José Luis Angelino.
Los aficionados que normalmente asisten a “El Recuerdo” durante la feria, ya dieron fe de las destrezas e insoslayable bizarría de “El Chihuahua”, pues fue justamente él el triunfador de la Corrida de Toros que se celebró el año pasado, superando ni más ni menos que a Alfredo Ríos “El Conde”.
Pocos como él para el manejo del capote y de la muleta; y son pocos también los que acostumbran encajar las banderillas con maestría, además de que es muy certero con la espada.
Por su parte, José Luis Angelíno llega a ésta plaza luego de haber obtenido sendos triunfos en los mejores cosos del centro de la república, incluyendo a la Plaza México; y es también un torero alegre, valiente, arriesgado, de esos que dejan todo en el ruedo, que se entregan con pasión, que vive la fiesta brava, que disfruta sus lidias y que hace disfrutar a los aficionados.
Desde luego que no pueden faltar los intrépidos Forcados de Mazatlán, para deleite de los taurófilos; y ya parece que se les ve saltar al ruedo para enfrentar al toro, con arrojo, como estamos acostumbrados a verlos.
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