AHUACATLÁN.- El ex secretario general de la Sección VII de Albañiles, Martín Hernández Fránquez, informó que los trabajadores de la construcción en este municipio pasan por una situación nada cómoda debido a la falta de empleo.
Sin embargo, consideró que esto es normal, “pues cada año, tan pronto como aparecen las lluvias disminuye la mano de obra, lo que a su vez hace que los albañiles dejen pico y cuchara para emplearse en otras actividades”.
Explicó que los meses que mayor dificultad representan para el gremio son junio, julio, agosto y septiembre “ya que a partir de octubre empieza a cambiar el panorama”, y agregó que la bonanza inicia con diciembre para concluir en mayo.
“Ser albañil – dijo – es un oficio de riesgo y desgaste físico. De repente el trabajo escasea, a veces no es tan bien remunerado como se quisiera, hay días en que sólo se comen gaseosas y panecillos, y justo el día de raya aparecen cantinas que sortear; y, para colmo, los charlatanes que nunca faltan desprestigian el oficio; pero siendo un buen albañil, el futuro se tiene en las manos”.
Hernández Fránquez opina que “como en cualquier oficio para el que no hay escuela, el aprendiz de albañil se forja bajo la tutela de un “maistro” que le aventaja en experiencia y saber”.
Así, al rayo del sol, cargando bultos, acarreando agua, perdiendo el manicure y la tersura de la piel y dejando el cabello tan áspero que ni con champú “pelo lindo” se compone, el susodicho aprende lo suficiente como para empezar a ganar un poco de dinero y ser tomado en cuenta.
Entrevistado al término de un partido de fútbol el ex dirigente del sindicato de albañiles de Ahuacatlán informó que el 35 por ciento de los casi 200 albañiles que integran el gremio, actualmente se encuentra desempleados; y que a no ser por las obras que se construyen en el Portal Quemado y en el auditorio, la cifra obviamente sería más elevada.
Por otro lado, Martín Hernández descartó la posibilidad de que se constituya otro sindicato, como ocurre en otras latitudes y como pudiera suceder en la vecina localidad de Jomulco, donde un grupo de empleados de la construcción conformaron una nueva organización para adherirse a la CROC.
“En Ahuacatlán – dijo – no se vislumbran ese tipo de amenazas, pues todos pertenecemos a la CTM. ¡Claro!, a veces surgen diferencias entre nosotros, pero nada que ponga en riesgo a este gremio”, finalizó.
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