La imagen más representativa del estimado maestro y amigo es cuando siendo presidencia municipal de Ixtlán está acampado de las fuerzas vivas de la estructura cetemista en un desfile del primero de mayor. Demostración de músculo político.
El maestro Marco Tulio Delgado Becerra era un líder nato. Recuerdo que mi madre hablaba de él cuando inició a trabajar en Ixtlán. Mi padre está en esa imagen. Aliados políticos. Yo supone del maestro cuando colaboró en la escuela primera Benemérito de las Américas.
Cada mañana lo veía junto al maestro Florentino Silva Adaile caminar rumbo a la escuela por la calle Arista. En esos tiempos usaba conjuntos con pantalón y camisa del mismo color. Así se vistió por mucho años. También conocí su voz segura de un buen orador, y antes de iniciar un desfile tomó la palabra y nos habló de Francisco Javier Mina. Me sedujo lo que describió.
Llegué a la adolescencia y fue mi maestro en la preparatoria. Algo relacionado con lo social y al verme que despuntaba como joven rebelde, me invitó a un curso para jóvenes que el todopoderoso PRI anhelaban. Era la renovación en los tiempos de Federico Reyes Heroles.
Participé en una oficina en dónde hoy es con El Chila Durán. Lo hice porque admiraba al maestro Maro Tulio y al maestro Egidio Reyes Ruíz. Fueron dos semanas intensas. Comencé a cuestionar y Maro Tulio, sereno, me explicada con profundidad.
Después me comentó el maestro que me había registrado en el área juvenil del partido a nivel estatal. Le agradecí y le que yo quería sentirme libre y seguir siendo alumno y él mi maestro.
Marco Tulio logró ser presidente municipal a finales de los 70s. Y el cierre de campaña me invitó especialmente. De lo relevante para mí es que es el fundador de los Juego Florales, promotor de la galería histórica de los presidencia municipales y la ampliación de la avenida Hidalgo oriente. Entre muchas otra obras.
También fue gran dirigente de la Sección XX. Idas y regresos a Tepic. El maestro tenía las virtudes de la fineza de sus palabras y con argumentos procuraba enaltecer el debate siendo mi catedrático en La Normal Superior. Explicaba preciso. Nos respetábamos en el debate y nos teníamos afecto. Al tiempo y al pasar los años, el franco saludo y la charla espontánea.
Por algunas circunstancias ya no perteneció al círculo más íntimo del profesor Liberato Montenegro. Nunca le pregunté. Lo veía en mis regresos de profesor de Jalisco y ya como residente fui observando su labor de supervisor.
También su respaldo al amigo candidato Miguel Ángel Navarro Quintero, de los pocos que dieron la cara, de los que fueron visibles su respaldo en su campaña de Navarro Quintero para gobernador. La primera vez en los principios del nuevo siglo y milenio.
Tengo un vídeo de aquel mitin en donde AMLO vino a apoyar. Algunas ocasiones coincidimos en el portal largo para charlar, y traía la revista Proceso. Un hombre culto. Le gustaba la filosofía. Recuerdo que hace algunos años nos tocó estar en un evento de campaña en Ahuacatlán con Navarro Quintero y é habló de sus propuestas.
Miguel Ángel valoraba la capacidad y pasión de Marco Tulio. Lo conocí en la medida de mis posibilidades, a sus hijos, a la maestra Elvira. El maestro que nació en 1938, su salud menguaba, y en la última semana su familia preocupada lo atendía hasta el fatal desenlace ayer por la tarda.
Se va uno de los iconos, uno de los representantes del magisterio, de la política, del sindicalismo y profesión. Un hombre a carta cabal que para mí fue un orgullo haber sido su alumno y su amigo. Descanse en paz, maestro Marco Tulio. ¡Misión cumplida! Hasta siempre maestro Marco Tulio Delegado Becerra. ¡Presente!
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