Esta semana, desde el sábado, estamos en Pomona, ya resiento el intenso calor. Me asombra la sequía. Lo caro de la energía eléctrica y la gasolina.
LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.
Estar en esta parte del otro país te brinda la posibilidad de conocer diversas historias. De todo un poco.
Migrar a otro al otro lado tiene sus antecedentes, situaciones y consecuencias personales; en el péndulo de que les vaya bien o mal, porque no resulta fácil vivir aquí. Me ha gustado conocer sus historias.
He estado muchas veces aquí en California. Tengo una relación de vida y de amor, de romance y revolución. De joven soñador, deseaba venir para sentir, conocer historias y acontecimientos que quedaron plasmados en diferentes escritos y libros.
Evocar a Pico Boulevard. Los días y las noches de venta de periódicos; de entrega constante en eventos culturales y escribir cartas. Estoy aquí y he recorrido varias ciudades, recibido invitaciones y visitas con paisanos y parientes. Despertar y querer saber de Ixtlán, los amigos de allá me ponen al tanto. Tengo nostalgia, pero creo que era necesario estar de nuevo aquí.
Esta semana, desde el sábado, estamos en Pomona, ya resiento el intenso calor. Me asombra la sequía. Lo caro de la energía eléctrica y la gasolina. Insólito, pero en México está más barata.
El área gigante de Los Ángeles y los condados aledaños que unen las ramificaciones de las autopistas. Muchos latinos, vendedores por doquier y los negocios publicitan y promueven sus productos y servicios con puntos, bonos, utilizando las aplicaciones digitales para atraer a los clientes.
Conocer a Long Beach, La Mirada, Ontario, Chino Hill’s, Pico Rivera. Estar también en South Gate. Conocer el casino San Manuel, beber mucha agua y agua mineral. Compartir momentos agradables. Visitar y que vengan a visitar esa linda relaciones que nos identifica. Nos fortalece la presencia y agradecido siempre porque me confirman que siguen las transmisiones en vivo.
Aprovechar para adquirir pantalones de mi talla, recibir regalos, un perfume. Me agrada su olor de aquellos tiempos de bohemio. Aquí estoy en este sillón escribiendo para ustedes y todavía estaré unos días más en estos lugares que valoro el esfuerzo de tantos que vinieron buscar su calidad de vida para ellos y sus familias.
Los horarios de trabajo que es intenso. El sacrificio que realizan. Gracias por los mensajes. También los estimo. De noche contemplar con mi alma La Luna de Esturión. Es complicado tomarle foto porque la luz se disemina y se difumina. Las luces de los aviones que parecen estrellas. Mi Diario desde California sigue… nos leemos mañana. ¿Sale?
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