IXTLÁN DEL RÍO
Evidentemente molesto, una persona del sexo masculino se comunicó vía telefónica a esta Redacción para denunciar los abusos de Banco Azteca –Elektra–; aunque no es esta la primera o la segunda o la tercera ocasión que recibimos este tipo de quejas, sino que han sido decenas de veces, siendo esta institución una de las que mayores denuncias recibe, apenas por debajo de Telmex y de la Comisión Federal de Electricidad.
Los usuarios acusan a la institución de manejar de manera indebida la aplicación de los intereses en los créditos que ofrecen a sus clientes.
En este caso, el denunciante –quien dijo radicar en Ahuacatlán– sostiene que había solicitado a Banco Azteca un préstamo por 10 mil pesos, pero que esta deuda se incrementó a 35 mil pesos.
Resaltó que mucha gente acude a denunciar los abusos de la institución explicando que estos son por los exagerados cobros.
Explicó que hay personas que solicitan un préstamo por 3 ó 4 mil pesos y procura estar al corriente, sin embargo, cuando por alguna causa se llega atrasar aunque sea con una semana, el monto de la deuda vuelve a aumentar de manera desproporcionada alcanzando en algunos casos el monto de la deuda original y todo por la acumulación de los intereses leoninos que aplica la institución.
[su_quote]“Nosotros –dijo– solicitamos un préstamo por 10 mil pesos; pero de pronto nos llegó un documento donde se decía que la deuda había alcanzado los 35 mil pesos”.[/su_quote]
Continuó diciendo que la mayor parte del monto que los clientes de banco Azteca abonan a su deuda, es por intereses y solamente se acredita a la cuenta la menor proporción, por ello explicó que si el abono es de 400 pesos, 100 se acreditan al capital y 300 son intereses exclusivamente.
Como pudo, el quejoso fue dando algunos abonos, y cuando le quedaban alrededor de cinco mil pesos para saldar la deuda total, llegaron de pronto los directivos de la citada institución amenazando con embargarlo.
Agregó que incluso las personas que el Banco Azteca tiene como cobradores, son muy altaneros y groseros con los deudores y que además, hablan en altas horas de la noche a la casa de la familia a molestar cuando debieran hacerlo en horas hábiles y en todo caso de manera directa con el interesado.
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