AHUACATLÁN.— Dos noticias nada agradables cimbraron otra vez a los habitantes de Ahuacatlán luego de enterarse del fallecimiento de dos hijos de este pueblo, siendo estos los casos de la señora Guadalupe Ibarra y de Febronio Calvillo. La primera radicaba en una finca de la calle Juárez en el barrio de La Otra Banda; mientras que el segundo tenía su domicilio por la calle Morelos, a espaldas de la presidencia municipal.
Doña “Lupe” –como mejor se le identificaba a la señora Ibarra enfrentaba desde hace tiempo una batalla contra la muerte; pero las cosas se fueron complicando y fue en la tarde del pasado viernes cuando se produjo de deceso.
Al lado de su esposo Chilo Montero, la señora Guadalupe Ibarra procreó varios hijos, cinco mujeres y dos varones: Bella, Lety, Yolanda, Francisca y Mary, así como Jesús y Pepe; todos con una solvencia moral indiscutible.
Su cuerpo está siendo velado en su propio domicilio, un poco más allá del monumento a La Bandera y este domingo será sepultada en el panteón municipal.
En cuanto a Febronio Calvillo, se sabe que éste también libraba una dura batalla contra la muerte derivada de un problema orgánico irreversible.
Con 60 y tantos años a cuestas, Calvillo fue en su adolescencia y juventud –e incluso en su madurez- un ejemplar deportista, sobre todo el ámbito del basquetbol.

Su talento y habilidad para el deporte ráfaga empezó a demostrarlo desde su niñez llegando incluso a ser seleccionado de la Universidad de Nayarit y del Ejército Mexicano.
Perteneció a varios equipos y tenía unos reflejos y agilidad sorprendente; por eso es que se le ha considerado como uno de los mejores basquetbolistas no solo de Ahuacatlán, sino de la región y del estado.
Algunos lo conocían mejor como “Goño”. También se desempeñó como maestro y tenía el don de la buena conversación. DESCANSEN EN PAZ.
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