AHUACATLÁN
Sin caer en dramatismos pero conscientes de la realidad, los apicultores de este municipio saben que la producción de miel está en decadencia atribuyendo esta situación a tres factores importantes: La invasión de la abeja africana que se cuela a las colmenas, el cambio climático y –lo más importante– el uso de insecticidas.
Al comentar lo anterior, el reconocido apicultor y agricultor, Pablo Medina, considera que esa multiplicidad de factores daña la salud de las abejas, merman las colmenas y amenazan la vialidad futura de la práctica apícola.
Mientras reposa en el Parque Morelos de esta cabecera, el señor Medina –residente por cierto del poblado de Uzeta– explica que la cosecha anterior “fue buena”; así, a secas. No obstante no ocultó su preocupación por la debacle de la producción en los últimos años.
Admitió que la Unión de Productores de Miel de la Zona Sur entró en una pasividad que proviene desde hace aproximadamente dos lustros; sin embargo, sostuvo que dentro de poco tiempo se realizará una reestructuración de sus órganos directivos; esto es con la finalidad de unir esfuerzos para detener esta caída del sector apícola y solicitar apoyos institucionales, principalmente ante el gobierno de la república.
“Tenemos un grave problema derivado del uso de insecticidas”, señaló, e indicó que estos no matan las abejas, pero sí las atontan, como a los humanos lo hace el alcohol; entonces se desorientan y les cuesta mucho elaborar la miel, apuntó el mencionado apicultor.
Resaltó que el otro gran peligro es el aumento de la temperatura a nivel global a causa del cambio climático. “Las abejas son muy sensibles a los cambios bruscos de temperaturas, habituales en los últimos años”, lo que favorece la proliferación de enfermedades propias de la especie. Y a todo esto hay que agregarle la invasión de la abeja africana, situación que los obliga a reponerla por la abeja reina.
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