IXTLÁN DEL RÍO.- En esta ciudad crece el uso indiscriminado del cigarro, fatal vicio convertido en negocio. Gran parte de la población infantil de esta cabecera municipal, fuma. Los niños cada vez más lo utilizan con mayor continuidad. Tal parece como si el echar humo les liberara las neuronas. Los infantes ixtlecos son fumadores empedernidos desde los nueve años.
La nicotina causa tanta adicción y daño a todo el sistema en general, tanto que en este municipio ha crecido el número de defunciones por culpa de este producto. Sin embargo, nada frena este cáncer que cercena de tajo nuestra niñez. Da lástima ver frente a la secundaria nocturna, gran cantidad de jóvenes compartiendo tabaco con el pretexto de esperar a las amigas.
Las canchas deportivas de la ciudad – incluyendo el famoso Llano – son centros de fumadores empedernidos que se reúnen para atentar en contra de sus propias vidas al practicar este penoso estilo de vida promovido por los grandes consorcios cigarreros y propiciado por varios negocios ubicados en el centro de esta ciudad, por vender cigarros sueltos a menores de edad.
Este fenómeno se observa también dentro del perímetro del centro comunitario ubicado en la colonia López Portillo, donde infinidad de menores de edad, sin distinción de género, se reúnen a compartir sus cigarrillos ante la apatía de los adultos, a quienes les causa gracia verlos fumar a tan temprana edad.
De nada sirve tanta proliferación de centro de rehabilitación convertidos en negocio; porque solo se dedican a lucrar con adultos al ponerlos a vender agua embotellada y a botear por las calles en vez de poner en práctica actividades que frenen esta nociva actividad.
Lo mismo pasa con las autoridades responsables de este rubro. Están dormidas en sus laureles y solo se dedican a proponer charlas contra adiciones y punto.
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