Científicos de la Universidad NorthShore en Illinois, Estados Unidos, aseguran que un estudio que realizaron revela que la homosexualidad puede estar definida en el ADN.
De acuerdo con sus investigaciones, en las que analizaron los genes de más de 2000 personas, existen dos cromosomas que podrían estar ligados con la homosexualidad.
Si bien los autores dicen que su estudio es especulativo, otros expertos de la medicina lo han calificado como ‘poco sustentado’.
Ya en 1993 Dean Hamer encontró que los pares de hermanos que eran abiertamente homosexuales compartían una pequeña región en la punta del cromosoma X, y propuso que éste contenía un gen que predisponía a un hombre a la homosexualidad.
El nuevo estudio examinó la orientación sexual de 1,077 homosexuales y 1,231 hombres heterosexuales. Según un estudio del ADN de todos ellos, se encontraron dos regiones con múltiples variantes genéticas asociadas con la sexualidad, localizadas en los cromosomas 13 y 14, cerca de genes que tienen funciones que pueden ser relevantes para el desarrollo de la orientación sexual.
“El objetivo de este estudio fue buscar los fundamentos genéticos de la orientación sexual masculina y, por lo tanto, aumentar nuestro conocimiento de los mecanismos biológicos que subyacen a la orientación sexual”, explican los científicos.
La región asociada más fuerte en el cromosoma 13 se localiza entre los genes SLITRK5 y SLITRK6. El SLITRK6 es un gen del neurodesarrollo en la región del cerebro llamada diencéfalo, reportada como de diferente tamaño en los hombres dependiendo de su orientación sexual.
Sin embargo, los que rechazan el estudio señalan que las muestras no son suficientes ni tienen parámetros exactos como para ser validadas.
La profesora Robin Lovell-Badge, del centro de investigación biomédica ‘The Francis Crick Institute’, en Londres, dijo sobre los resultados de aquellos científicos: «Los estudios de asociación del genoma completo (GWAS) son problemáticos y frecuentemente carecen de poder estadístico. los tamaños de muestra son demasiado pequeños para permitir conclusiones sólidas. Además, la correlación no significa causalidad. Los nuevos datos sobre asociaciones genéticas que informan aquí no muestran suficiente significación estadística para establecer un vínculo formal entre un gen o una región cromosómica y ser homosexuales o heterosexuales”.
Por su parte, el profesor Gil McVean, que se especializa en genética estadística en la Universidad de Oxford, agregó sobre su también escepticismo respecto al estudio: «Los investigadores han encontrado evidencia débil de variación genética que influye en las preferencias sexuales autoinformadas en los hombres. Sin embargo, el tamaño de la muestra es pequeño, los resultados no se han replicado en un estudio independiente y el nivel de evidencia presentado no cumple con el umbral de significancia requerido típicamente dentro del campo. No creo que el trabajo se hubiera publicado si se tratara de un tema menos controvertido. Es, en el mejor de los casos, preliminar”
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