Cualquiera pudiera decir que esas tareas son exclusivas de los hombres; pero sobre un solar que se localiza por la calle de Aquiles Serdán – entre Juárez y Zaragoza – del barrio de La Otra Banda, se puede observar a varias mujeres batiendo mezcla, acarreando arena, cortando varillas, Etc.
Hay mujeres que incluso “pegan” tabiques o colocan plomos y niveles, aunque el trabajo más rudo se delega a los hombres; pero todos de una manera u otra colaboran en una finca que ellos llaman “El Salón del Reino”.
Nadie cobra un solo peso por la prestación de este servicio. Lo hacen sin ningún otro interés que no sea el de aportar su granito de arena para una obra con la que se beneficiará a una Congregación: la de los Testigos de Jehová, en Ahuacatlán.
Llama la atención en este caso, no solo su voluntad o el hecho de que colaboren las féminas, sino también la excelente y ejemplar organización que existe al seno de le referida congregación religiosa, pues todo lo realizan a detalle y bajo una administración, digamos, escrupulosa.
En la construcción del Salón del Reino participan no nada más los Testigos de Jehová de la localidad, sino también otras personas que provienen de las localidades circunvecinas o de otros municipios… Incluso de otras entidades.
Todos se dicen “hermanos” y a los que vienen de afuera se les proporciona tan solo el hospedaje y la alimentación, la cual por cierto se les suministra con toda la higiene posible y de acuerdo a un “patrón” previamente seleccionado y establecido.
Se dice que esta finca está siendo construida sobre una plataforma muy resistente capaz de soportar sismos, con muros y pilares bastante sólidos y un moderno techo, al igual que su ventilación e iluminación
En esta obra que inició a finales del pasado mes de febrero, se insiste, colaboran hombres y mujeres, algunas de las cuales no temen subir a los andamios o trepar botes de mezcla sobre sus hombros. Unas “ciernen” arena, otras colaboran en el cuarto de herramientas o en la cocina y así por el estilo, en tanto que lo hombres realizan las tareas más difíciles; y todos usan casco protector.
El Salón del Reino de Ahuacatlán, según se estima, quedará concluido a finales del próximo mes de abril y a partir de ahí sus reuniones se realizarán en este lugar.
Ellos tienen ya más de tres décadas sesionando y cultivando su espíritu por medio de la Biblia en el Salón que se ubica rumbo a la salida hacia Amatlán de Cañas, pero dentro de breve tiempo se mudarán a este otro espacio cuya capacidad será para aproximadamente 70 personas.
Contará además con una pequeña área verde y un estacionamiento; una especie de sala de lectura, baños y cisterna.
Señala uno de sus miembros que los Testigos de Jehová siempre se desenvuelven bajo los cánones de la legalidad y que fue por eso que se recurrió al sindicato de albañiles y a las autoridades municipales para las anuencias correspondientes.
El nuevo Salón del Reino será aperturado con una reunión a la que ellos llaman “dedicación” y seguramente será un evento histórico para quienes profesan esta religión.
En un Salón del Reino, cabe agregar, se celebran dos reuniones semanales de la comunidad local. La primera permite el estudio bíblico congregación, y la segunda es para el servicio teocrático.
También se celebra ahí la escuela del ministerio, la capacitación de sus integrantes, la entrega de las revistas Despertad y Atalaya y el discurso público de los fines de semana.
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