Profesionalismo, sensibilidad y humanismo: una excelsa combinación en la lucha contra el cáncer.
FRANCISCO JAVIER NIEVES AGUILAR
«Pase usted. Bienvenidos». Es la frase que escuchamos al llegar a la Clínica Morgan, ubicada en Olmecas 847, en la colonia Monraz, de Guadalajara, Jalisco.
Este centro, especializado en cáncer, se distingue no solo por su enfoque médico, sino también por el ambiente de paz indescriptible que se percibe desde el primer momento.
Las instalaciones son cómodas, y el personal, altamente calificado, recibe a los pacientes con una calidez que inspira confianza.
Las asistentes, vestidas con bata rosa, refuerzan ese sentido de seguridad y amabilidad.
Cada paciente es atendido de manera puntual, según su cita programada. Algunos, de piel pálida y complexión delgada, acuden para recibir sus sesiones de quimioterapia, aunque antes de ello son revisados por los doctores Gilberto Morgan Villela y su hijo Edward Morgan Ochoa, ambos reconocidos oncólogos.
Padre e hijo representan una perfecta unión de experiencia y juventud, lo que les permite manejar cada caso con sensibilidad y humanismo, sin perder la firmeza y precisión que requiere el tratamiento del cáncer.
Además de los Morgan, el equipo de la clínica incluye a destacados profesionales como los doctores Felipe de Jesús Ramírez y Francisco Javier Hernández, este último oncólogo cirujano.
Juntos forman un equipo dedicado a tomar decisiones cruciales para la supervivencia de sus pacientes, siempre buscando la mejor estrategia para enfrentar una de las enfermedades más difíciles de la humanidad.
En esta clínica, administrada por el grupo «Mosi», cada médico entiende su rol y lo ejerce con pasión.
Desde la extensa trayectoria de Gilberto hasta la energía y compromiso de Edward, los pacientes sienten que están en manos de verdaderos profesionales que no solo buscan curar, sino acompañar en cada paso del tratamiento, con inteligencia y empatía.
Los comentarios anteriores surgen ahora 23 de octubre, fecha en que se celebra El Día del Médico, el cual nos recuerda la importancia de quienes, como los doctores Morgan, dedican su vida a salvar la de otros.
Es pues, un pequeño homenaje a esos profesionales que, con dedicación y humanismo, marcan una diferencia en la vida de sus pacientes.
La familia Nieves Cosío y Nolasco Nieves, en particular, extienden su reconocimiento a los doctores Morgan, quienes, más allá de su habilidad médica, son galenos a toda m….
Pero no solo ellos merecen el reconocimiento. Felicidades a todos esos médicos que, con su compromiso diario, brindan atención integral y un trato lleno de
a cada paciente. Gracias por continuar preparándose y por aplicar sus conocimientos al servicio de la humanidad.
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