AHUACATLÁN. – A un año aproximadamente de haberse establecido, el columbario que se edificó en el Templo de la Inmaculada Concepción de María, contiene actualmente los restos cinerarios de cuatro ahuacatlenses.
Este espacio se compone de 100 cavidades, con capacidad para cuatro urnas cada una y se encuentra ubicada justamente en un área anexa al templo, sobre la parte izquierda del frontispicio.
Las cenizas mortuorias corresponden a los de Oscar del Toro – hijo –, fallecido hace algunos años en Guadalajara, Jalisco. Así mismo se encuentran las urnas de Olga Llamas, Pablo Mojarra y Eva Guerrero, cuyos decesos ocurrieron no hace mucho tiempo.
Los columbarios, hay que recordar, es un conjunto de nichos donde se guardan las urnas de los difuntos que son cremados; es decir, una especie de cementerio, donde en lugar de cajas mortuorias se utilizan ánforas que contienen cenizas de muertos.
El costo por cada cavidad asciende a poco más de ocho mil pesos, pero los interesados en ellas tienen la posibilidad de adquirirlas por medio de abonos y un enganche.
El columbario de Ahuacatlán fue creado con el fin de fomentar la oración de las familias dentro de la iglesia; pero por ahora solo se conforma por cuatro difuntos.
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