IXTLÁN DEL RÍO. – Cuatro tratados con información médica y legal son los que han comenzado a circular para promover la donación de órganos y cuya campaña lidera la doctora Silvia Fraga Gil, coordinadora de Salud en la zona sur.
En los folletos se explica quiénes pueden donar, por qué es importante hacerlo, cuál es el procedimiento a seguir, qué es un trasplante de órganos y una cuestión interesante: el punto de vista que las religiones han adoptado respecto a este tema.
Por ejemplo, se dice que la iglesia católica apoya los trasplantes y la donación de órganos y tejidos, indicando que el Papa Juan Pablo II y Benedicto XVI en su momento se pronunciaron a favor, estimando que no existe conflicto ético ni moral para donar los órganos cuando una persona sufre la muerte encefálica. Y en la misma postura están el resto de religiones que se profesan en nuestro medio.
Y es que de acuerdo a los especialistas y la propia Ley General de Salud, la muerte encefálica o muerte cerebral consiste en el cese irreversible y permanente de las funciones del tallo y hemisferio cerebrales. La diferencia entre éste tipo de muerte y el coma – se expone –, es que en éste último caso el paciente tiene una lesión cerebral de la que puede recuperarse dependiendo de la dimensión y evolución del daño, en este caso la persona sigue con vida y tiene esperanza. En tanto, cuando alguien tiene muerte cerebral no hay nada qué hacer, pues equivale a la muerte misma.

Es entonces cuando entra en juego las cuestiones emocionales, pues para muchos familiares les es difícil tomar una decisión tocante a donar los órganos, especialmente cuando desconocen la voluntad de quien falleció. En cambio cuando la persona expresa en vida su deseo de donar, la familia se siente más tranquila y le resulta más fácil decidir.
De acuerdo a los lineamientos médicos y legales, una vez diagnosticada la muerte se pueden donar: corazón, hígado, páncreas, riñones (2), pulmones (2), intestino y tejidos como córneas, piel, válvulas cardiacas, vasos sanguíneos y tejido músculo esquelético (hueso).
Los tratados contienen información interesantísima sobre el número de trasplantes que se practican en el país por año, que pueden llegar a los 3,500. Así como el creciente número de enfermos renales que necesitan de un riñón para poder vivir.
Se espera que esta educación colectiva que se representa con un listón verde sea permanente. Pues como lo indica la portada de un folleto: los órganos y tejidos no se cultivan, se donan.
A MI FAMILIA: Si acaso quieres recordarme, hazlo con una buena acción; Entrega mi cuerpo y mi sangre para contribuir a que otros seres humanos continúen con su vida. Si algo has de enterrar, que sean mis errores, mis flaquezas y mis prejuicios. (ANÓNIMO).
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