AHUACATLÁN. – Gratitud, júbilo y satisfacción fueron algunas de las expresiones manifestadas por la comunidad católica de Ahuacatlán al decretarse la Erección Canónica del Monasterio de las Madres Clarisas emitida directamente desde Roma por la Congregación de Vida Consagrada y de Institutos de Vida Apostólica.
Para celebrar la buena nueva la grey católica se concentró en el templo parroquial de San Francisco de Asís, donde se celebró una misa con la presencia del Obispo de la Diócesis de Tepic, Luis Artemio Flores Calzada, quien explicó que un Monasterio es un lugar privilegiado de revelación y comunicación de Dios, además de ser un lugar de experiencia profunda y única del amor a Dios.
El Monasterio de las Madres Clarisas, cabe recordar, abrió por primera vez sus puertas a inicios de la década de los 80´s del siglo pasado a instancias del entonces párroco de Ahuacatlán, José de Jesús Salcedo Curiel y bajo la autorización del Obispo Adolfo Suárez Rivera (+) y del Vicario de Religiosas, Manuel Olimón Nolasco.
El principal contacto y una de las principales artífices de la referida congregación fue, sin duda alguna, Sor María de la Luz del Santísimo Sacramento, oriunda de Ahuacatlán y cuyo nombre de pila corresponde al de Juana Aranda Arroyo, quien por aquellas fechas se encontraba enclaustrada en el Convento de las Madres Clarisas de la Asunción de María de la ciudad de Tepic.
El convento se instaló por primera vez en una finca situada en la esquina de las calles Matamoros y México, en el Barrio de La Presa.
Más tarde cambiarían su residencia al Barrio de El Chiquilichi, por la calle Galeana, entre Cuauhtémoc y Amado Nervo, para de ahí establecerse al poniente de la calle Juárez, en terrenos de la antigua Limonera de Don Cuco Ledesma del Barrio de La Otra Banda.
Sin embargo, por circunstancias diversas el Monasterio cerró sus puertas a finales de octubre del 2009; pero se reabrieron en enero del 2012 con el arribo de una congregación proveniente del estado de México.
El Monasterio, sin embargo, carecía del reconocimiento oficial del Vaticano, pero de inmediato se realizaron los trámites y fue en mayo pasado cuando la Congregación de Visa Consagrada y de Institutos de Vida Apostólica emitió el documento que avala su erección; esto es luego de cumplir con los requisitos que se establecen.
Con el sustento en sus manos, el Obispo Flores Calzada hizo lo propio entregando el referido documento a las Madres Clarisas, no sin antes oficiar la misa que, se insiste, se celebró en la Parroquia de San Francisco de Asís, con la presencia del señor Cura Pedro Guzmán y también de varias decenas de seminaristas franciscanos provenientes de Monterrey y San Anita, Jalisco.
Concluida la homilía la comunidad católica disfrutó de un fraternal convivio que se realizó en el Club Social y Deportivo.
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