JALA
A poco más de dos años de que concluya su gobierno, un buen número de ciudadanos de esta ciudad, aprueba la administración del presidente Carlos Carrillo, según un sondeo informal que realizó este reportero en días recientes.
Este nivel de aceptación supera un poco al alcanzado por sus antecesores al menos en los dos períodos anteriores.
Carlos –lo ha reconocido él mismo y muchas veces– a diferencia de otros presidentes municipales no practica la política como forma de hacerse de enemigos, pues su misión en el quehacer público reside en gestionar obras públicas y sociales para beneficio de todos sus habitantes.
El alcalde –opinan muchos– sorprendió a los jaleños por su gran capacidad de gestión, y citan los casos de las muchas obras que ha ejecutado hasta el momento a lo largo y ancho de la geografía de Jala, incluyendo la remodelación del bulevar y la cancha de pasto sintético en la colonia El Tucán.
Existe también la idea de que la mayoría de los funcionarios que lo han acompañado en su gobierno han cumplido a secas; pero hablan de dos o tres servidores públicos que no dieron el ancho pero que hoy ya no colaboran en el gobierno.
Entre otros factores que tiene que ver con ese éxito se menciona el cambio de estilo al gobernar, “al municipio le hacía falta un gobernante que se acercara a la gente, que la escuchara; pero sobre todo que trabajara con honradez”, señala Juan Solís, de la localidad de Rosa Blanca.
Y en ese cambio de estilo también incidió el famoso estribillo de “trabajar, trabajar y trabajar”, además del manejo de sus relaciones con sus habitantes.
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