AHUACATLÁN.- Asimilando la derrota se encuentran los peloteros de los Bravos, los cuales buscan empatar la serie ante los Rojos, mismos que tomaron una ligera ventaja el domingo pasado con una pizarra de seis carreras por cuatro. Así las cosas, la moneda está suspendida en el aire y todo se encuentra en suspenso. Por eso los espectadores quieren ver un digno espectáculo entre estas dos novenas locales.
Los ampáyeres José Ángel Ramírez y su asistente en las bases Alfredo Córdova, se reportan en condiciones de trabajar en las nueve entradas reglamentarias, con un horario propio para la familia, pero si de nuevo logran la victoria los Rojos estos automáticamente clasifican a la gran final, donde sus rivales serán los talabarteros de las Águilas. Sin embargo no hay que adelantar vísperas ya que todo puede suceder en este segundo partido.
Las condiciones están dadas para que todo mundo disfrute de un buen duelo de pelota caliente entre hermanos. La presencia de los espectadores es vital, para que los protagonistas en el diamante den lo mejor de su repertorio.
El mánager de los Bravos, Bonifacio Carrillo, tiene plena confianza en la revancha y confía en sus refuerzos de Amatlán, Iván Navarro y Faustino Becerra, quienes durante la campaña fueron piezas claves en la buena temporada, consagrándose además varios novatos que ya son toda una realidad y son reconocidos por sus seguidores, mientras que en la otra parte los Rojos con su refuerzo de lujo que es el lanzador Juan Orozco mostraron otra cara, para beneplácito de los aficionados. Suerte y que gane el mejor.
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