Tras la detención de Ovidio Guzmán se reportan balaceras en ciudades y comunidades de Sinaloa.
CULIACÁN.
Jesús María es un pequeño pueblo a 47 kilómetros de Culiacán, la capital de Sinaloa. Se puede llegar en carro en 45 minutos. Ahí, en una finca se encontraba durmiendo Ovidio Guzmán López, conocido como “El Ratón” o “El Gato Negro”. Uno de los más altos líderes de una facción del Cártel de Sinaloa conocida como Los Chapitos.
Serían aproximadamente las 4:00 de la madrugada cuando en aquella pequeña comunidad se irrumpió la chicha calma. Un convoy de élite de las Fuerzas Armadas cercaría la finca para ingresar, no sin encontrar resistencia, y detener a Ovidio junto con otros de sus lugartenientes.
Una operación quirúrgica y clandestina de las que se dio cuenta hasta que empezó a rayar el sol a eso de las 6:15 de la mañana cuando iba arribando el convoy que trasladaba al detenido por tierra mientras que otros soldados, agentes de la Guardia Nacional y Marina esperaban para resguardar los sitios estratégicos de la capital sinaloense.
Tan pronto se supo, células de Los Chapitos que radican en diversas colonias de Culiacán se desplazaron tomando por asalto vehículos de civiles para trasladarse a rescatar a su líder. Sin embargo, éste ya se encontraba en una aeronave para ser trasladado a la Ciudad de México.
Con todo, los grupos armados comenzaron a incendiar camiones pesados con el objetivo de bloquear la ciudad. A las 9:15 despegó el avión de la Fuerza Aérea que trasladó al capo a la Ciudad de México, siendo atacado por un pequeño grupo que le disparó a la distancia.
En el aeropuerto casi al mismo tiempo otro avión de pasajeros de Aeroméxico fue atacado con armas de grueso calibre. A partir de entonces el Ejército Mexicano reguardó el aeropuerto y los encargados cancelaron todos los vuelos de todas las líneas comerciales hasta las 21:00. También se suspendieron los partidos de fútbol y las actividades en general.
El un hospital se reportó la presencia de grupos armados quienes llevaban a sus heridos para ser atendidos o para llevarse al personas médico a otros sitios en dónde atendieran a los miembros de la organización criminal que acabaron heridos.
Además se informó que unos reporteros también fueron despojados de sus vehículos. Mientras que la ciudad fue bloqueada en sus puntos de acceso. Las calles vacías, los comercios cerrados, y un humaderal que se distinguía a la distancia.
En total 19 bloqueos, 3 en Mochis, 6 en la zona sur, y un conato de intento de fuga de un penal que rápidamente controlaron los militares. Finalmente, en Navolato y otros municipios y comunidades de Sinaloa se han suscitado hechos de violencia.
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