Sin duda en la próxima celebración del centenario de vida constitucional de nuestro querido Estado de Nayarit, se reconoce la aportación que han hecho los investigados, historiadores y escritores que nos ofrecen su trabajo intelectual a quienes gustamos de los libros.
Muchos de estos escritores reconocidos académicos, nos han ofrecido sus investigaciones que nos trasladan a diferentes épocas, lugares, conocer personajes Etc. Otros nos ofrecen sus vivencias en su terruños, y qué decir de los poetas; artistas en todas las áreas que tienen el reconocimiento de quienes son seguidores.
También hay quienes en forma modesta, inclusive sin apoyo de instituciones, han elaborado con entusiasmo sus trabajos que merecen mi respeto como GABRIEL DEL TORO GALLARDO, que nos lleva a recorrer calles, barrios, comercio, conocer personas en su libre AQUEL MI PEQUEÑO TEPIC.
Hace muchos años platique con don Gabriel. (Q.P.D.) una persona que le imprimía gran entusiasmo a su charla, desbordando su orgullo de ser de esta tierra de Amado Nervo y Juan Escutia, orgulloso también de haber sido desde niño un deportista consumado y que sin ser escritor, haber plasmado en su libro AQUEL MI PEQUEÑO TEPIC sus vivencias de los años 40 y 50 del siglo pasado, recopilando para mejor lucimiento una serie de fotografías de años anteriores a su infancia que le proporcionaron los señores Javier Arvizu, Manuel Sánchez, Ricardo Calderón y Javier Ramos.
En esa plática expresaba con gran entusiasmo sobre los juegos infantiles como los encantados, salir al campo con resortera al cuello, de bañarse en las otrora aguas del río Mololoa, jugar el futbol llanero. Dentro de los deportes que practicó estaban, el futbol, el beisbol, la cacería la pesca, pero el que más satisfacciones le dio fue el de ciclista ya que obtuvo algunos reconocimientos por sus múltiples participaciones, y que le dejó un recuerdo por siempre ya que en un accidente, sufrió una lesión clavicular.
El señor del Toro trabajó en la Comisión Federal de Electricidad hasta enero de 1983. Posteriormente como prefecto en la Secundaria Técnica No. 1 (ETI). Y me comparte cómo surgió la idea de escribir el libro.
Me indicó que entre los años de 1989 y 1992 trabajó como mensajero del Instituto del Deporte que se encontraba en el Gimnasio Niños Héroes, su horario era de las 9 a las 14 horas, en ese tiempo empieza a surgir la idea de hacer una recopilación de sus vivencias infantiles y juveniles, por ello decidió entrar a las ocho de la mañana para dedicar así una hora a su inquietud, haciendo uso de la máquina de escribir que se encontraba desocupada.
A los pocos días, el director del Instituto, el Sr. Ceja Valadez ordena a la secretaria que por las tardes le retire la cinta a la máquina de escribir, pero eso no lo desanimó, compró su propia cinta y papel bond, así que ya con algunos apuntes manuscritos, los mecanografiaba y transcurrida la hora, hacía el cambio de cinta y no pasaba nada.
En cada una de sus páginas, el señor Del Toro nos traslada a la pista de aterrizaje, a la taberna que estaba por el camino viejo a Puga, inclusive imaginarnos probar los cuernitos de tequila y las pencas de mezcal asadas, e imaginarnos los lavaderos de Acayapan.
Nos hace recorrer los comercios como: La Charrita, la Ola Marina, El Milagro; La quemada; Las quince letras, La pasadita, La Odalisca, El Chino Wu, El 33; Casa Conher y muchas más.
Y claro también nos hace recordar a Nelico, Chayo el tostadero, los vendedores de agua de Acayapan Centros sociales como el Casino Tepic, El Casa Blanca y muchas cosas más.
El señor Del Toro Gallardo solicitó en 1991 al gobernador del Estado Celso H. Delgado y al presidente Salinas de Gortari, con respaldo de muchas firmas de sus amigos, para que la presa de Aguamilpa llevara el nombre del General Esteban Baca Calderón, ya que la presa que se encuentra en Santa Rosa Jalisco, lleva el nombre del General Manuel María Dieguez. Su petición nunca prosperó.
Como deportista, sin duda le hubiera molestado el hecho de que el Gobernador Ney González, le pusiera a la ciudad de los deportes (creo que está en el recinto de la feria) el nombre de Camilo Mouriño, sin duda sólo por congraciarse con el entonces presidente Felipe Calderón.
Otra de las facetas del Señor Del Toro Gallardo, fue la de compositor, destacando la canción cuyo título también es AQUEL MI PEQUEÑO TEPIC” que fue grabado en un CD por Erika del Valle. escanio7@hotmail.com
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