A partir del primer minuto de hoy ningún partido político podrá hacer proselitismo. La Ley es clara en ese sentido. Se acabaron los actos públicos. Los anuncios televisivos y spots radiofónicos que invitaban a votar por tal o cual candidato, quedan suspendidos. De ahora en adelante no escucharemos más los tediosos e insistentes altoparlantes y esas voces chillantes que se colaban hasta los tuétanos.
Cada partido hizo las cosas a su manera. Y hablando específicamente del tercer distrito, la competencia preelectoral tuvo diferentes matices. Y así por ejemplo, tanto el PT y Movimiento Ciudadano crecieron en estructura debido muy posiblemente a la imagen de sus candidatos. Sin embargo lo actos públicos, hablando con toda objetividad, no fueron tan masivos; o al menos no en la proporción de los demás partidos; menos aún los del Verde Ecologista
Mariel Duñalds atrajo muchas simpatías, al igual que Moisés Guerra. Un poco más abajo quedó Álvaro Peña, quien sin embargo creció políticamente y se proyectó a otros niveles.
El PAN por su parte realizó una campaña similar a la de otros comicios. Las estructuras del blanquiazul en los municipios fueron determinantes. Heriberto Castañeda se entregó de lleno y vino de menos a más. De pronto parecían estancarse, pero luego le dieron otro “empujoncito” con el manejo de los medios.
Acción Nacional se convirtió en un partido crítico. En ocasiones fueron presas de sus arrebatos y no fueron pocas las ocasiones en que le tundieron duro a sus adversarios, así, como “sin querer queriendo”, como decía el Chavo del Ocho…
Y por lo que se refiere al Partido Revolucionario Institucional – el PRI – es innegable también que tuvieron algunas fallas. Sin embargo, Jasmine Bugarín dio muestras de ser una mujer infatigable. La nueva realidad política los obligó a intensificar sus acciones; no como antes que solo esperaban los comicios para luego decretarse su victoria. Ahora no la tienen fácil, pero, de acuerdo a las encuestas tienen buenas expectativas.
Y a unas cuantas horas de la jornada electoral la verdad no se sabe hacia dónde se va a inclinar la balanza; pero, hablando específicamente de Ahuacatlán, Amatlán de Cañas, Jala e Ixtlán, sí resulta bastante interesante lo que habrá de suceder en las urnas.
Es una competencia muy reñida. Por eso sólo resta esperar este 07 de junio. Será entonces cuando sepamos por fin quienes lograron penetrar mejor en el gusto del electorado junto con sus fórmulas. Esta es una elección federal y por eso, lo anticipo, la afluencia de votantes será menor que la de las elecciones pasadas. De eso estoy cien por ciento seguro.
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