Con prisas y a las carreras todos buscan cumplir con el objetivo de tener todo listo para la celebración de dos días especiales, el primero y dos de noviembre.
Aunque faltan todavía tres o cuatro días, el movimiento se observa en los camposantos, los que por algunos días no lucirán tan solos.
Desde familiares de los difuntos, así como albañiles y especialistas en reparación de tumbas se dan cita para limpiar y hacer arreglos al lugar donde reposan los restos de seres queridos.
El vaivén de las personas en los panteones del sur aumenta más con la cercanía del Día de Muertos y con ellos la “Manita de gato” que buscan darle a cada sepultura.
Desde temprano se escuchan ruidos estruendosos, más donde se realizan remodelaciones que permitirán lucir las tumbas de quienes duermen el sueño profundo.
Lo mismo sucede con quienes con baldes de agua buscan lavar y lustrar las tumbas.
La afluencia de dolientes para recordar momentos con sus seres queridos sigue siendo menor, pues ahora lo que buscan es trabajar a marchas forzadas para que el próximo sábado y domingo se pueda tener un lugar digno y decoroso en el camposanto donde se adornará con flores de colores y la luz de las veladoras.
Por lo pronto los trabajadores particulares y de los cuatro ayuntamientos de la zona, siguen limpiando y reparando parte de los panteones pues faltan escasos días para la fecha esperada.
Otras familias acuden para reunirse y saber de qué manera recordarán a quienes se les adelantaron en el camino y buscando que sus criptas sean las mejores, con decorados llamativos o imitaciones de fachadas de algunas iglesias.
Algunas sepulturas siguen en total abandono, lucen solas, con cruces deterioradas y otras que ya desaparecieron, se acabaron por el paso del tiempo.
Otras conservan su antigüedad marcada en la fachada hecha por una mezcla de lodo y en algunos casos con piedras. Por lo pronto, los pobladores siguen trabajando para que dicha fecha tan especial no sea como cualquier otro día.
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