VAN A VOLVER LOS TIEMPOS DE LAS HACIENDAS
En Contexto
Andrés Montero Flores
Así decían algunos viejos ejidatarios que veían el abandono de los campos, la incapacidad del gobierno de satisfacer las necesidades agrarias, consideradas un barril sin fondo.
Casi siempre se dice que no hay dinero, aunque en toda nación es la tierra productiva la fuente de recursos y riquezas.
La tierra está allí, los hombres también, pero donde está la riqueza?… No dijo Zapata, “¿La tierra como las mujeres son, de quien la trabaja?”.
Pero es que ya nadie quiere la tierra, es ocupación incierta, que es lo mismo que dijo Santiago Apóstol, “La fe sin obras está muerta”.
Ante tal panorama entonces, faltarían los emprendedores, personas que tomen la iniciativa, que sepan y puedan practicar “las obras de fe”. Esto es, que sepan hacer buen trabajo directivo, que resulte en éxito.
¿Acaso son éstos los empresarios o futuros hacendados?; y luego son muchos los que quieren “trabajar” en llevar éste éxito.
La pura verdad, es que tanto los que tienen como los que no tienen, desean lo mismo uno del otro. Tener confianza o “fe” de que todo seguirá siendo exitoso.
Ante tal encrucijada, la historia va de vuelta a repetir, pues ya “da fe” un antiguo profeta (sic).
“A un dios que sus padres no conocieron dará gloria por medio de oro y por medio de plata y por medio de piedra preciosa y por medio de cosas deseables; y actuará eficazmente contra las más fortificadas plazas fuertes, junto con un dios extranjero. A quienquiera que (le) haya dado reconocimiento lo hará abundar en gloria, y realmente los hará gobernar entre muchos; y [el] suelo lo repartirá proporcionalmente por un precio (Daniel 11:38-39)”.
Se entiende que éste feudalismo que viene, emula el clásico vasallaje piramidal de la edad media, del oscurantismo, donde unos pocos de empresa someten a otros muchos sin ella “por y con fe” a cambio de repartirles privilegios por su lealtad y confianza sobre sus bienes, que el mismo patrón “hacendado” no puede administrar solo.
¡Ah¡ pero al principio esto nunca será violentamente impuesto, pues el profeta anota, “a quien quiera que le haya dado reconocimiento…”.
Basta con los propios medios de control de su hacienda; coercitivos y coactivos de una economía cerrada, al igual que el feudo y la conquista, echar a andar la fábrica de riquezas que todos pisamos: ¡La tierra¡
Esto ha sucedido y seguirá sucediendo mientras existan los mismos factores que lo produzcan. Desafortunadamente, el Rey Judío concluye: “Todo he visto bajo la tierra, durante el tiempo que el hombre ha gobernado al hombre para perjuicio suyo”.
¿Qué lugar le tocará a usted en el nuevo orden mundial ya en marcha?… es evidente que el Feudalismo que viene –también llamado neoliberalismo– nos enfrentará a tomar decisiones sobre a quién queremos servir.
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