IXTLÁN DEL RÍO.– El presidente municipal, José Antonio Alvarado Valera sabe el peso de sus palabras; habla cuando debe de hablar y calla cuando debe de callar; aunque a veces habla callando, pero también calla hablando. Aplica correctamente la psicología en los humanos. Observa detenidamente a sus interlocutores, como si midiera el terreno, precavido.
“Señor, ya llegaron las personas”, le dice su secretaria. “Gracias – responde el Alcalde – pásalas por favor a la sala de cabildo, en un momento estoy con ellos -. Luego retoma la conversación con los reporteros del Express Regional para hablar sobre el desastre heredado por la pasada administración.
El licenciado Alvarado Valera atiende con entereza los asuntos que le plantea la ciudadanía. La mayoría obtiene una respuesta positiva; pero sobresale además su estilo sencillo y afable, cualidad que no todos los alcaldes pueden presumir.
El primer edil abre un espacio para desahogar un compromiso más adquirido en la víspera con una comisión y con algunos directores de área. Pero antes de reunirse con ellos confiesa que “hay mucho por hacer en este municipio”; y en ese sentido, reitera que una de sus prioridades es el suministro de agua potable; pero al mismo tiempo resalta su preocupación por mejorar los servicios de drenaje, aseo público, seguridad, turismo, etc.
Las limitaciones económicas, como es de suponerse, por el momento impiden darle solución a todos los problemas, “Pero poco a poco tenemos que salir al paso”, dice el munícipe de Ixtlán del Río.
Por lo pronto – agrega – el cuadragésimo Ayuntamiento centra su atención en cumplir con los salarios de los trabajadores de base y con el pago de los servicios públicos, como lo es la energía eléctrica.
Con todo y todo, Alvarado Valera toma las cosas con tranquilidad; y afirma que con el paso de los días las cosas se irán estabilizando para luego “despegar” e iniciar con el proyecto de gobierno concebido desde en tiempos de campaña.
Discussion about this post