
JALA.- Desde un principio Mario Villarreal demostró tener un perfil político vanguardista. Sabiéndose rodear de las personas idóneas, supo consolidar un grupo que a la postre lo secundó en sus aspiraciones por obtener la candidatura y ganar las elecciones el seis de julio pasado.
Ahora, a días de que tome posesión como presidente municipal de Jala, entrevera que también será un gobernante exigente, empezando consigo mismo. Lo manifestó ayer con estas palabras:
“Una cosa me queda claro como ciudadano y como próximo presidente de Jala, si los gobernantes no se ponen en un papel de un verdadero gestor, es muy complicado sacar adelante un municipio”.
Y agregó la forma en qué lo piensa lograr: “Siguiendo los pasos de nuestro señor gobernador, tocando puertas para traer recursos a Jala”.
Sus palabras, que se pueden interpretar bajo varias aristas, en el lenguaje político indican que Villarreal Cambero seguirá siendo un ciudadano cuando las circunstancias se lo permitan, asumiendo el liderazgo de su partido en Jala, valiéndose de su gestión administrativa para capitalizar a su gobierno, y sobre todo, tratando de entablar una relación más estrecha con los secretarios de estado y el gobernador, a quien lo llama “nuestro señor gobernador”.
Pero además de gestor y ciudadano priista, Mario maneja un lenguaje de autoridad. Es político moderno. El homólogo de RoSa.
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