AHUACATLÁN. – Sábado, día no laborable. Clima fresco pero ambiente súper agradabilísimo. Día de relax, de bromear con el amigo, con el vecino, con el de enfrente; de encascarse botas y sombrero, de presumir la camisa a cuadros o la vaquera y obviamente de ¡montar a caballo!Y la ocasión fue propicia para sumarse a la Novena Cabalgata que se organiza rumbo a la comunidad de Las Palmas, participando en esta ocasión más de medio millar de jinetes procedentes de los poblados vecinos; de Santa Isabel y de Tetitlán, de Valle Verde y de Marquezado; de La Campana y de Las Gloria, de Las Guásimas y Las Cebollas, de Camotlán y por supuesto de Las Palmas y Uzeta.
Y fue precisamente esta última localidad el punto de concentración. Ahí estuvo el alcalde Agustín Godínez Villegas así como algunos regidores y funcionarios de la actual administración.
Pintos y bayos, tordillos, blancos y azabaches; caballos “de combate”, criollos o de raza; pero en el trayecto de miraron cientos de equinos montados por hombres o mujeres, adultos, jóvenes y uno que otro niño.
La novena cabalgata finalizó en Las Palmas. Se hizo “un alto” en la pequeña capilla del lugar y enseguida se les ofreció una opípara comida a base de sopa de arroz, birria y ensalada, ¡con tortillas hechas a mano!; sin faltar las aguas frescas y espirituosas – de esas que casi no me gustan –.
Ya por la tarde se disfrutó de una “becerrada” en el corral de toros, con banda de viento traída expresamente de la región de La Meseta de Jala.
Lo anterior – cabe señalar – no fue sino el preámbulo de lo que serán las fiestas patronales que año tras año se celebran en esta pequeña comunidad en honor a la Virgen de la Candelaria.
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