César sintetizó todo en tres palabras: “¡Chingo de gente!”; esto es para referirse al mar de personas que el pasado sábado inundó el recinto ferial, durante el mensaje que el senador Manuel Cota rindió a los nayaritas con motivo de su Cuarto Informe de actividades.
Desde el momento mismo en que descendimos del autobús pudimos constatar la convocatoria positiva del citado senador. La avenida se convirtió de pronto en un río para luego transformarse en un mar.
Y efectivamente, como la hierba de campo que se extiende por las praderas, la figura de Manuel Cota acrecienta su fuerza y presencia a lo largo y ancho del estado, como lo demostró pues durante la presentación de su cuarto informe, en un evento que quedará grabado para la historia, tanto por la capacidad de convocatoria como por el emotivo mensaje emitido por el senador.
“Tómense de las manos, ¡Y no se vayan a soltar!”, le dijo una señora bonachona a sus hijos. “Ay no, a ver si no nos perdemos”, señaló por su parte una joven mujer que, por su acento, se deduce que es de la costa nayarita.
Personalidades del quehacer político y público, de ayer y de hoy ocuparon los primeros asientos. “¡por allá!, ¡Por allá!”, decía un hombre joven barbicerrado, tratando de poner orden. “Allá al fondo está una sala de prensa”, nos dijo el reconocido periodista Alberto Martínez.
Zigzagueando para eludir el sillerío, nos colamos hasta el fondo y así pudimos llegar a la sala de prensa. Café y galletas nos ofrecieron de inmediato. ¡A mí me supieron a gloria!; con ello logré atenuar un poco el frío de la tarde.
Con cámara en mano captamos varias imágenes. Hicimos cálculos: No menos de diez mil. Luego buscamos los lugares estratégicos, esperando el arribo del senador. Antes pudimos escuchar las canciones que interpretó “El Venado Azul”.
Luces y flashes se enfocaron posteriormente hacia la entrada principal. Cota llegó al recinto minutos después de las seis de la tarde. Su espigada figura captó la atención de todos. Los saludos se multiplicaron ¡Más de media hora tardó para subir al estrado!
Empezó el informe. El senador y actual dirigente nacional de la CNC inició su mensaje haciendo alusión a su señora madre y los avatares que sorteó durante su niñez, adolescencia y juventud.
Cota hizo énfasis en los valores que se deben inculcar al seno de la familia. Se refirió al romance que descubrió al lado de su esposa Amparo Vélez y, en eso, ¡Sorpresa!, de pronto invitó a su hija Christian a subir al escenario; “Ella – dijo el Senador Cota – está cumpliendo un año más de vida”, pero no quiso revelar su edad – de ella –. La abrazó y le deseó un cúmulo de parabienes.
Por los ojos de una mujer treintañera que estaba sentada hacia costado izquierdo se vio escurrir una lágrima al presenciar aquella escena tan tierna. Continuó el mensaje:
“En estos cuatro años hemos presentado iniciativas, puntos de acuerdo, gestiones al servicio de Nayarit y de México. Hemos logrado muchas cosas juntos, muchas cosas que me llenan de entusiasmo y de orgullo, porque desde el Senado estamos defendiendo los intereses de los mexicanos y más específicamente de los nayaritas”, se le escuchó decir.
Así mismo dijo confiar en Nayarit, “y cuando me refiero a Nayarit me refiero a su gente; estoy hablando de ustedes, de la hospitalidad que nos distingue, de nuestros grandes recursos, de nuestras playas, de nuestros campos, de nuestra riqueza cultural”.
Al final, el Manuel Cota invitó a los asistentes a trabajar por un Nayarit próspero, ¡Anímate!, ¡Atrévete!, ¡Va por Nayarit!”, recalcó.
Concluyó el informe. El senador bajó del estrado y empezó a recibir la felicitación sincera de los asistentes. Fotos y selfies al por mayor. Cota a nadie desairó. Luego la gente se fue diluyendo; “¿Ya nos vamos?”, preguntó César. “¡Vámonos!, éste arroz ya se coció”, le dije. Misión cumplida.
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