El eclipse de Ivideliza

Omar G. Nieves

“Y la potranca azul, ni por la silla volvió”, posteó sarcásticamente el escritor Mario Coz en el facebook como respuesta lapidaria a una pregunta hecha por un cibernauta que preguntaba si la diputada por el tercer distrito, hoy conocida como IVAdeliza, había vuelto a estas tierras después de tomar protesta como legisladora y de obsequiarnos un aumento al gasto de todo lo que compramos.

Pues sí, la diputada sí regresó. Frecuenta asistir a los cenáculos que organizan los dirigentes del blanquiazul, pero sin aparecer en actos públicos. La última vez que se le vio en público fue en el rompimiento de la Feria de Octubre, en Ahuacatlán. Después de eso suponemos que la bella ojiverde atiende sus responsabilidades legislativas en la ciudad de México, donde se sabe realiza diversas gestiones para los gobiernos municipales, organizaciones sociales, y personas en particular a las que se comprometió ayudar.

El caso es que el ausentismo de IVAdeliza no se fundamenta ni en una probable preocupación por las reacciones de los ciudadanos del tercer distrito, que creemos en su mayoría poco saben de la determinación tomada por la diputada para subir el IVA; ni en un desapego por los electores que le dieron la oportunidad de representarlos, ni mucho menos.

La licenciada “Licho” Reyes sabe que en este periodo de sesiones es cuando puede hacer las procuraciones y entablar las relaciones para bajar los recursos y programas que beneficien al tercer distrito, y lo está haciendo. Sobre todo para los municipios de Ahuacatlán, Ixtlán y Jala, donde los alcaldes son panistas.

El recelo de que los ciudadanos le reprochen su voto para subir los impuestos está pues fuera de la explicación política de su eclipsación. Si a esto le sumamos que nuestro sistema de representación política se basa en un mandato libre, tal como la propia diputada lo reconoció tácitamente en una entrevista que le hicimos recientemente, su determinación de aprobar la miscelánea fiscal tiene validez, al menos jurídica.

En dicha entrevista, decíamos, Ivideliza sostuvo en todo momento que su aprobación de subir el IVA se justificaba al tomar en cuenta lo que más le convenía al tercer distrito, es decir, su voto fue un voto en conciencia, lo que – de acuerdo a la Fundación del Español Urgente – “se entiende cuando se ha hecho de acuerdo con sus convicciones íntimas”.

Habría ahora que preguntarle a la diputada, ya que no consideró el sentir de sus representados, ¿Qué fue lo que le hizo suponer que su decisión para subir el IVA era lo que más nos convenía a los habitantes del tercer distrito?

Y he aquí donde nos atrevemos a exponer una percepción axiológica del asunto, puesto que si como punto de partida se planteó IVAdeliza el allegar de recursos al gobierno para luego cumplir con las metas trazadas, el hacerlo a través de establecer una carga impositiva más a los pobres y a la clase media no era la vía. Pero pedirle peras al olmo tampoco es razonable; el sentido de la votación de la fracción parlamentaria del PAN y del PRI era evidente: “A los ricos no se les toca”.

Y no es que a los empresarios se les haya exentado de un incremento fiscal por las contribuciones que deben pagar, sino que sabemos que muchos eluden muchos de estos impuestos, otros no pagan, y lo más importante: existe un sector inmenso más que, sin ser acaudalados, tampoco contribuyen al gasto público, como lo mandata la fracción IV del 31 constitucional.

Al sector informal no se les tocó. Y no se les tocó porque para el Servicio de Administración Tributaria es más fácil y efectivo obtener ingresos gravando al consumo, que con todo el barullo contable que se tiene que hacer para conseguir los ingresos por las utilidades de las empresas. Esto es la evidencia más contundente del reconocimiento que hace la Secretaría de Hacienda de su ineficacia, ineficiencia, ineptitud e incapacidad para recaudar impuestos a los ricos. Pero a ésta no la liquidan ¿verdad?

Para terminar: IVAdeliza seguro regresará cuando baje la marea, cuando haya algo que entregar o que informar; pero como siempre, en estas tierras lo único que puede encontrar son piropos a su beldad, no a su desempeño como política.