IXTLÁN DEL RÍO.- Los labios de Lupita se tiñeron de blanco – tipo nieve –, y Luis también quedó con su bigote embarrizado. Con una servilleta limpiaron esas partes de su cuerpo y siguieron engulléndose el trozo de pastel que les entregó la secretaria.
Y bueno, los funcionarios y empleados de la presidencia municipal que a esa hora se encontraban en el edificio del pueblo también tuvieron la oportunidad de degustar ese delicioso panecillo recubierto con betún dulce. Simple y sencillamente de-li-cio-so.
Esto fue gracias a la generosidad del señor José Esquivel García, un hombre setentón que profesa el noble oficio de panadero con especialidad en repostería y el cual arribó anteayer a la presidencia cargando entre sus manos un apetitoso pastel con dulce relleno.
Don José, según se supo, ha sido instructor de repostería poniendo algunas veces su conocimiento al servicio del Ayuntamiento, ofreciendo cursos a personas que deseen aprender el oficio.
En agradecimiento, el señor Esquivel constantemente acude a la presidencia municipal cargando algún pastel que dona a los funcionarios y demás trabajadores del Ayuntamiento, como sucedió anteayer.
Y no solamente fueron los trabajadores los que disfrutaron de un trozo de pastel, sino algunas otras personas que en esos momentos intentaban tramitar algún documento… incluyendo a algunos colados, como es el caso de éste reportero, quien se olvidó por un momento de su dieta y de su glucosa, ¡Pues ni modo de despreciar ese rico panecillo!
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